jueves, 26 de marzo de 2015

Dan'thil: El último linaje de magos - Capítulo 13

CAPÍTULO 13: EL ASEDIO DE LOS DRAKTIAN
Ya ha pasado 1 semana desde que establecieron su base en el monte Fuji, una base temporal que les garantizaba una cierta protección frente a los Draktian que rondaban por el exterior. Lo curioso es que tras 7 días no habían tenido ni una sola noticia. Ni de otros supervivientes humanos, ni de los enemigos que acechaban por todo el planeta.
A Drew le parecía demasiado perfecta esa situación y la sensación de peligro no le abandonaba ni por un instante. Ya no estaba en Endalar y sin embargo, todo parecía como si nunca hubieran abandonado aquel lugar. Ni rastro de los Draktian.
Drew: Esto es demasiado extraño.
Bill: Entiendo tu preocupación. Es raro que no hayan localizado nuestra posición.
Frain: Es posible que si la hayan localizado y se están preparando para atacar.
Freya: ¿Preparándose dices? ¿Has olvidado lo que pasó cuando llegaron a nuestro planeta? Esas criaturas avanzaban sin miedo por todo el mundo, sin nadie que pudiera hacerles frente.
Tommy: A lo mejor detectan la magia de nuestras armas y por eso son más cautos.
Bill: Creo que sería lo contrario -Dijo pensativo.
Drew: Explícate Bill, ¿por qué crees eso?
Bill: Los Draktian deberían sentir un fuerte rencor contra aquellos que provocaron la caída del gran meteorito que extinguió la vida en nuestro planeta. Es decir, los magos.
Freya: Tiene sentido. Pero eso no explica el por qué no atacan.
Annie se encontraba en la copa del árbol más alto vigilando cualquier movimiento del exterior. Aunque la densa niebla y la oscuridad del cielo obstaculizaba su visión enormemente, sus años de experiencia como francotiradora le habían enseñado técnicas para ver a sus objetivos incluso en las zonas más complicadas.
Algo se movía en la lejanía. Unas siluetas negras se podían vislumbrar entre la niebla blanca y Annie pudo detectar enseguida por la forma de las sombras que no eran humanos. Annie pensó que lo mejor sería informar a los Phantom de lo que acababa de ver y bajó del árbol para avisarles.
Annie: Chicos, tenemos compañía. No he podido identificarlos bien pero una cosa es segura, no son humanos.
Frain: Entonces está claro que son Draktian. ¡Preparaos para la ofensiva! -Exclamó mientras se dirigía a la entrada.
Drew: Era solo cuestión de tiempo que esto sucediese. Llevo unos días estudiando el terreno siguiendo las técnicas que me enseñaron los Psyrem. Solo pueden atacarnos por el frente así que hay varios puntos inestables que podríamos usar a nuestro favor.
Annie: Prepararé mi rifle y abatiré a los enemigos con certeza. No dejaré que pongan un pie en esta base.
Tommy: Yo voy a preparar unos pequeños explosivos naturales en el laboratorio. No dejaré que nadie haga daño a mi onee-chan.
Bill: Prepararé una estrategia para vencer. La derrota no entra en mis planes.
Los Phantom se prepararon para el combate mientras los supervivientes se refugiaban en sus cabañas, a la espera de un resultado que podría decidir si era su último día en la Tierra o si marcaría el inicio de una etapa de recuperación para la humanidad.
Drew y los demás eran perfectamente conscientes de esto y no iban a permitir que los Draktian salieran victoriosos. Ahora tenían armas que podrían hacerles frente. Era el fin del exterminio y el inicio de la guerra. Los Phantom lucharían para demostrar que su voluntad de vivir era mucho más fuerte que las ansías de destrucción y venganza de esos invasores.
Annie fue la primera en atacar. Desde la distancia un pequeño destello fue lo único que pudo ver el guerrero de los Draktian que iba en cabeza antes de ser abatido por una bala que superaba la velocidad de la luz. Aquello lo probaba, las armas imbuidas con magia funcionaban.
Annie: ¡Podemos vencer, adelante! -Dijo con un brillo de esperanza en sus ojos.
Frain: ¡Por la raza humana!
Drew: Frain, golpea el terreno que tienes a tu izquierda. Tendrás 5 segundos para retroceder, Freya, ayúdale a escapar si lo necesita.
Freya y Frain contestaron al unísono. "¡Entendido!"
Frain golpeó el suelo exactamente donde Drew le había indicado y se produjo un gran corrimiento de tierra del que Frain consiguió escapar con la ayuda de Freya.
Drew: ¡Tommy, haz que ardan nuestros enemigos!
Tommy lanzó uno de los frascos encantados con una especie de mezcla incendiaria. Con la amplificación de poder, la explosión resultante incendió todo el corrimiento de tierra, convirtiéndolo en un rio de fuego que arrasó con el ejército de los Draktian sin miramientos.
Frain: ¿Como sabías que la tierra iba a prender?
Drew: Mi maestro me enseñó a observar todo lo que me rodea. Ha llovido hace poco y debido a la contaminación el resultado ha sido esa especie de agua incendiaria. Aunque dudo que sea realmente agua, es demasiado impura como para considerarla como tal.
Bill: Bien pensado, Drew. Los Draktian pueden ser inmunes a las armas convencionales, pero no pueden hacer nada contra una oleada de fuego o un terremoto. Son fenómenos naturales que salvo que puedas volar, no podrás huir de ellos.
Drew: No contaría con ello. Simplemente los retrasará un poco. Recordad que salieron completamente ilesos de un ataque nuclear a gran escala, no será tan fácil acabar con ellos.
Tommy: Con estos frascos puedo crear mezclas poderosas que sí destruirán a nuestros enemigos.
Annie: Sabía que podía contar contigo, Tommy. -Dijo mientras le acariciaba gentilmente la cabeza.
Frain: Es la hora de acabar con los Draktian de una vez por todas. Sin embargo creo que es mejor que busquemos un campo de batalla más seguro. Los daños colaterales podrían destruir la base y hacer daño a los supervivientes.
Bill: En ese caso sugiero que demos el primer paso y descendamos unos metros para evitar daños colaterales. Allí planearemos la estrategia para vencerlos.
Los Phantom cogieron todo lo necesario y descendieron unos metros hasta una zona menos abrupta del monte Fuji y establecieron allí una pequeña barricada desde donde harían frente a los Draktian.
Los enemigos empezaron a llegar en oleadas. Hace unos meses nadie podría haber parado los pies a los Draktian pero ahora tenían nuevas armas que inclinarían la balanza a favor de la humanidad.
El asedió comenzó con los disparos de Annie rompiendo las filas enemigas. Uno tras otro iban cayendo ante los proyectiles mágicos sin tiempo para reaccionar. Annie respondía con una celeridad digna de una francotiradora con experiencia. Ni siquiera tenían tiempo para escudarse y protegerse de las balas.
Los Draktian se aproximaban a la zona roja que había marcado Bill, donde el pequeño Tommy les esperaba con transmutaciones alquímicas del más alto nivel potenciadas con la magia de las runas. Cientos de enemigos se desintegraron con solo uno de los frascos cargado con un vapor de color violeta altamente letal.
Mientras los componentes alquímicos volaban por el campo de batalla, Frain y Freya saltaron la barricada y se abalanzaron sobre el enemigo. Con presteza y maestría acabaron con un sinfín de enemigos utilizando las nuevas armas que sus maestros les habían proporcionado. Las patadas y puñetazos de Frain perforaban incluso la dura piel de los Draktian y los cuchillos de Freya decapitaban enemigos como si de hojas se tratase.
Drew se unió al combate con las pistolas modificadas que Annie había pedido a los ingenieros de Sal'Irah, por si se presentaba la ocasión y Drew necesitaba usar algo más que sus tácticas de estrategia. Una decisión acertada pues la puntería de Drew con las armas cortas no tenía rival y los pocos Draktian que sobrevivieron a los ataques de los Phantom fueron abatidos por Drew.
Bill seguía estudiando los movimientos del enemigo y planeando posibles opciones y estrategias que podían seguir. Pero los resultados que estaba obteniendo no eran muy alentadores.
Bill: No quiero alertaros pero teniendo en cuenta el patrón de ataque de los Draktian y que están enviando guerreros sin ningún tipo de estrategia, creo que podríamos estar solo ante una pequeña avanzadilla.
Drew: ¿Avanzadilla? ¡Pero si son miles!
Tommy: ¡Mirad! -Dijo mientras señalaba al frente.
La niebla del monte Fuji se estaba empezando a disipar y mostró el peor de los escenarios posibles. El ejército de los Draktian se extendía hasta donde alcanzaba la vista, millones de soldados que avanzaban con el único fin de acabar con los pocos supervivientes de la humanidad.
La desesperación inundó los corazones de los Phantom. No podrían aguantar eternamente.
Drew: Es inútil, no podremos con tantos...
Atarion: Creía que te había enseñado que la superioridad numérica no siempre es una ventaja, Drew. ¡Terreno franqueable al este! ¡Latitud norte 60,21º-42,45º! ¡Psyrem, destruid a los enemigos!
Ante los ojos de Drew se encontraba su maestro Atarion dando órdenes a un batallón de Psyrem y analizando el terreno con sus poderes. Antes de que pudiera abrir la boca otra voz se escuchó en la lejanía.
Alaria: ¡Esto es una batalla de verdad! ¡Que nuestras flechas ensombrezcan el cielo, cazadores!
Alaria descendía de los cielos a lomos de Salior acompañada de una legión de cazadores de vientos que disparaban ráfagas de flechas hacía los Draktian sin descanso.
Phina: ¡Tommy! ¿Cómo os atrevéis a molestar a mi Tommy?
El cielo se inundó de runas de rayos que carbonizaron a cientos de Draktian. Phina estaba sonriendo a Tommy mientras acababa con los enemigos. Sentirse de utilidad para su adorable Tommy le hacía muy feliz y eso le daba más fuerza que nunca.
Shen'gril: Ya estoy viejo para estos trotes pero no voy a permitir que nadie haga daño a ninguno de mis pupilos.
Patadas y puñetazos despejaron el camino a los Phantom que aun no podían creerse lo que estaban viendo.
Ered: ¡Llega la caballería chicos!
Whiska: Estamos en una pelea, estúpido. ¡No vengas con esa alegría! -Dijo mientras golpeaba a Ered.
Ered introdujo una especie de orbe en un cañón y lanzó un rayo de luz que arrasó con todo lo que encontró a su paso.
Ered: ¡A esto le llamo yo ser oportuno! -Dijo mientras se reía.
Drew: ¿Qué hacéis vosotros aquí? -Dijo anonadado.
Atarion: ¿No es evidente? Venimos a ayudar a nuestros pupilos.
Phina: Cuando pensé en lo mal que lo estarías pasando en la superficie decidí que no podía permitir que te pasara nada malo, Tommy.
Alaria: Yo simplemente he venido por Annie, quiero volver a competir contra ella y no pienso dejar que muera en un lugar como este.
Whiska: Ered y yo queríamos volver a ver nuestro antiguo mundo una vez más. Así que aprovechamos el portal que Alaria creó y nos colamos por él.
Shen'gril: Lo estuve hablando con el archimago del Sol y no estoy de acuerdo con su decisión. De hecho yo vote en contra de expulsaros de Endalar. Gracias a Frain he podido conocer mejor a los Efhirn y me gustaría seguir contando con su sabiduría un poco más.
Frain: Maestro...
Alaria: No es momento de celebrar una reunión emotiva, ¡aquí vienen!
Los Phantom asintieron con la moral renovada pues con sus maestros y guerreros a su lado la victoria era un sueño posible. Por fin erradicarían a los Draktian y recuperarían el planeta para los humanos. Sin embargo...
Adramelech: Por fin mostráis la cara, magos. -Dijo un ente misterioso con voz de ultratumba. Mi nombre es Adramelech, líder del ejército Dinsk y superviviente de la catástrofe que provocasteis hace millones de años.
Ante ellos se alzaba un dragón bípedo parecido a los Draktian pero de dimensiones colosales. Portaba una armadura muy diferente a la del resto de sus guerreros y su rostro lleno de cicatrices que parecían haber sido hechas con lava, ya que cada vez que respiraba tanto su rostro como su cuerpo brillaban con el ardor del fuego.
En su mano derecha portaba un espada enorme que podría acabar con los Phantom de un solo barrido mientras que en la izquierda sostenía un orbe misterioso de color azul, aparentemente de origen mágico, que destellaba luz de forma intermitente.
Adramelech: No sabéis cuanto tiempo he estado esperado este momento. No parecéis muy sorprendidos... ¿leísteis mi mensaje?
Alaria: Tu... ¿eres el que dejo la profecía tras la gran catástrofe?
Atarion: No puede ser...
Shen'gril: Así que los pecados del pasado nos han alcanzado al fin. Phina, quiero que escuches con atención. Regresa a Endalar y cuéntale a Arcan lo que ha sucedido aquí, es de vital importancia.
Phina: ¿Por qué hablas como si estuvieras muerto? Es por eso que no me gustan los viejos. Entendido, pero mis guerreros se quedan. No puedo dejar que mi querido Tommy se enfrente solo a esa cosa.
Ered: ¡Hahahaha! Regresar a la superficie ha sido la mejor decisión de mi vida. Las cosas no podrían haberse puesto más interesantes.
Whiska: No es momento para regocijarse, Ered. Tenemos ante nosotros a un enemigo formidable, nos espera una dura batalla.
Atarion: ¡Guerreros de Endalar! Usad vuestros poderes al máximo, no podemos caer aquí.
Drew: ¡Phantom! Preparad las armas mágicas, lucharemos con todo lo que tenemos.
Alaria: ¿Desde cuándo me das órdenes a mí, Atarion? -Dijo riéndose. No hace falta que lo digas, no es momento para contenerse.

La batalla final estaba a punto de comenzar y debían aguantar hasta que Phina regresara con refuerzos. Solo si la raza humana dejaba a un lado sus diferencias y se aliaba de nuevo para derrotar a este formidable enemigo habría esperanzas de sobrevivir. Magos y Efhirn deberán trabajar juntos una vez más, por la supervivencia de su especie.

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