CAPÍTULO 14: ADRAMELECH, EL DRAGON DE
FUEGO
Adramelech se alzaba
imponente frente a los Phantom rodeado de un incontable número de guerreros
Draktian visiblemente exaltados por la presencia de su líder, que pretendían
dar fin a la guerra y exterminar a toda la humanidad.
La situación no era demasiado
favorable y todo apuntaba a una aplastante derrota de los humanos. Sin embargo,
Atarion se mostraba sereno y confiado, observando todo el terreno sin perder de
vista al enemigo. Alaria estaba sonriendo como si estuviese disfrutando de la
batalla mientras que Shen'gril estaba haciendo estiramientos relajadamente.
Drew:
¿Cómo pueden estar tan tranquilos en una situación como esta?
Atarion:
Te dije que no hay que perder la calma, no importa en qué situación estés, por
muy desfavorable que sea. Si hay que morir, nos llevaremos al mayor número de
enemigos con nosotros.
Alaria:
Dejarme al grandullón a mí. Su cabeza quedará de lujo empalada en la plaza
central de Sal'Irah.
Ered:
¿Necesitas ayuda, preciosa?
Alaria:
Estórbame y tu cabeza irá justo al lado de la suya - Dijo con ojos de asesina.
Whiska:
Ya has oído a la cazadora de vientos, Ered. Vamos a ayudar a los Phantom.
Bill:
Tengo un plan, pero necesito la ayuda de todos para llevarlo a cabo.
Ered:
Somos todo oídos, cerebrito -Dijo con actitud despreocupada.
Bill:
Los Psyrem me han comunicado que hay irregularidades en esta montaña. Al
parecer las explosiones que hemos provocado durante la batalla han hecho vibrar
las fallas del planeta y han reactivado la actividad volcánica del monte Fuji.
Los Psyrem creen que pueden hacer salir el magma a la superficie y acabar con
el ejército enemigo.
Frain:
Pero eso también nos afectaría a nosotros...
Bill:
Por esa razón, Ered y Annie usarán sus armas para desviar la lava y evitar que
nos calcine a nosotros. Ered usará el cañón mágico que se ha traído para crear
un pequeño foso que nos proteja de la lava en la parte izquierda, mientras que
Annie disparará uno de sus proyectiles para completar el foso por la derecha.
Annie:
No creo que mis balas tengan la suficiente fuerza. No para crear un agujero lo
suficientemente grande para evitar que la lava se desborde.
Bill: Ahí
es donde entra Tommy. Quiero que coloques uno de tus frascos con una mezcla
explosiva y Annie lo derribará de un disparo. La bala arrastrará consigo la
explosión y creará un foso de un tamaño similar al que hará Ered con su cañón.
Drew: Y
entonces entro yo en escena y ayudo a los Psyrem a liberar la lava.
Bill:
Precisamente. Como has estado algo de tiempo con ellos, seguro que ya conoces
su forma de actuar y sus costumbres. Préstales tu fuerza en lo que necesiten.
Whiska:
Hay una cosa que no acabo de ver. ¿Qué pasará con Alaria y Shen'gril que ahora
mismo están luchando contra Adramelech?
Bill:
Adramelech es demasiado grande para ser derrotado por un poco de lava. Por eso
lo he dejado en el centro del foso junto a Alaria y Shen'gril. Nuestro objetivo
no es derrotarlo, sino derribarlo. Si conseguimos desestabilizarlo, y hacer que
caiga al rio de lava, la victoria será nuestra.
Tommy:
¿Y si es inmune a la lava?
Bill:
También he considerado esa posibilidad, pero espero estar equivocado. El plan B
exigiría sacrificios, y quiero evitarlos si hay otras alternativas posibles.
Por el momento vamos a iniciar el plan y menguaremos sus fuerzas enormemente.
Drew:
Ya lo habéis oído. ¡Venceremos!
Todos respondieron al
unísono con un enérgico "¡SÍ!" excepto Freya que se encontraba
dubitativa pensando sobre el plan y no pudo responder al grito de guerra de sus
compañeros. Algo no encajaba...
Atarion usó su poder junto
a otros 3 guerreros Psyrem y localizaron los puntos exactos donde abrirían las
brechas por las que saldría lava a presión. Drew se posicionó en uno de ellos a
la espera de la señal de Atarion.
Mientras tanto Ered, Annie
y Tommy ya estaban preparados para abrir el foso que haría que la lava rodease
sus posiciones y fuese directamente hacia los Draktian.
Bill hizo señales a Alaria
y Shen'gril para que provocaran a Adramelech para que pisoteara el suelo,
permitiendo así que la lava se desbordase a partir de ese punto y arrasara con
los Draktian.
Shen'gril empezó a moverse
rápidamente y a golpear las piernas de Adramelech para desestabilizarlo
mientras que Alaria iba lanzando flechas al suelo para incitar al dragón a
allanar el suelo.
Atarion dio la señal y
todos cumplieron con su trabajo de manera impecable, haciendo un trabajo
perfecto.
La lava salió propulsada
como si fuera un cañón y empezó a llenar el foso que habían improvisado Ered y
Annie. El magma avanzaba por los raíles de tierra con celeridad y, tal y como
Bill había planeado, empezó a desbordarse tras Adramelech engullendo a las
tropas de los Draktian.
Sin embargo, ahora llegaba
la parte difícil. Debían conseguir desestabilizar al líder enemigo para hacerlo
caer a la lava. Por si no fuera ya suficiente difícil, el calor insoportable que
reinaba ahora en el ambiente hacia mella en la estamina de los Phantom y los
magos de Endalar.
Alaria:
Atarion, ¿alguna idea?
Atarion:
Negativo. La velocidad del viento es normal, la humedad es baja y no habrán
precipitaciones, además el terreno sobre el que estáis no tiene fallas y es
estable. Me temo que tendremos que planear una estrategia convencional.
Drew:
Shen'gril, ¿crees que serias capaz de golpear una flecha de Alaria para
añadirle velocidad?
Shen'gril:
No lo sé, este monstruo golpea incesantemente y bastante trabajo me está dando
esquivar sus golpes. Pero puedes confiar en este anciano, puedo intentarlo.
Frain:
¡Maestro! Céntrate en el ataque combinado con la cazadora de vientos. Yo
ocuparé tu lugar luchando contra Adramelech.
Shen'gril:
¡Hah! Los jóvenes siempre tan llenos de energía. Bien, te lo encargo. Pero
recuerda que no puedes usar la magia de la misma forma que yo lo hago así que
ten cuidado y no hagas nada precipitado.
Frain asintió y empezó a
golpear al líder enemigo usando la potencia de las botas que Shen'gril le había
enseñado a utilizar. Gracias al entrenamiento de Frain como luchador de artes
marciales desde su más tierna infancia, sus ojos eran capaz de seguir los
veloces movimientos del enemigo y con sus reflejos podía esquivarlos.
Mientras se estaba llevando
a cabo el plan de Drew, el resto de los Phantom, incluido el propio Drew,
luchaban contra los Draktian rezagados que habían sido lo suficientemente
ágiles para esquivar el chorro de lava. Para evitar que Frain luchara solo,
Drew y Freya se iban turnando para apoyarle en sus ataques. De esta forma
mientras uno luchaba contra los Draktian, el otro distraía a Adramelech y le
daba un pequeño respiro a Frain.
Tommy se movía por todo el
campo de batalla lanzando sus artefactos alquímicos brindando apoyo a las
tropas que lo necesitaran. A pesar de que el número de efectivos era limitado,
a duras penas llegaba a las 50 personas, gracias a la coordinación entre Bill y
Atarion lograron diseñar una estrategia que les permitía resistir por un largo
periodo de tiempo.
Alaria estaba preparada y
Shen'gril se encontraba en la posición más idónea según los cálculos del
Atarion para golpear la flecha. Las probabilidades de acertar eran bajas pero si
lo hacía, conseguirían con total seguridad desestabilizar a Adramelech.
Alaria disparó la flecha
directamente al centro de gravedad del enemigo. La saeta emprendió su camino a
la velocidad de la luz y Shen'gril haciendo gala de su maestría, consiguió interceptarla
en el punto exacto y propinar una patada cargada de maná, lo que aceleró el
proyectil hasta el punto que desapareció de la vista de todos los presentes.
Pero cumplió su función y
impacto contra la armadura acorazada de Adramelech, y aunque no consiguió atravesarla, desestabilizó al Draktian y consiguió que se precipitase al
ardiente rio de magma. Adramelech lanzó unos gritos desgarradores al viento
mientras se hundía en la incandescente lava.
"¡Victoria!"
-Gritaron los miembros de los Phantom y los magos de Endalar.
Alaria:
Aun es pronto para cantar victoria. No sé... su líder ha estado actuando... muy
pasivamente ¿no creéis?
Ered:
Tal vez se ha sentido acorralado y ha perdido las esperanzas.
Shen'gril:
Hago un llamamiento a la prudencia, jóvenes. Coincido con Alaria. Adramelech
podría haber luchado más ferozmente.
Freya:
Tengo un extraño presentimiento...
Tommy:
¿Qué es, Freya?
Freya:
Es tal y como ha dicho Alaria. No ha usado toda su fuerza, o al menos sus
movimientos parecían torpes, casi como si nos estuviera dejando ganar... ya lo
estaba viendo mientras Bill elaboraba el plan de la lava, Adramelech permanecía
impasible, inmóvil y riéndose de nosotros.
Bill:
Es posible que estuviera confiado en la victoria. Tal vez le cogimos por
sorpresa.
En esos momentos una oleada
de alfombras voladoras aparecieron en el cielo. Eran los magos de la ciudad del
Sol ataviados con túnicas de guerra y al frente de ellos se encontraba ni más
ni menos que el archimago Arcan.
Arcan:
He venido en cuando me he enterado. Phina me lo ha contado todo. ¿Dónde está el
enemigo?
Freya:
No... ¡ERA ESTO LO QUE ESTABA ESPERANDO!
La lava empezó a agitarse y
de ella empezó a resurgir Adramelech, acompañado de una tétrica risa mientras
se regocijaba al ver la cara de Arcan y los magos.
Adramelech:
Por fin... ¡Arcan, el archimago del Sol! El hijo del hombre que provocó la
caída del meteorito y nos convirtió en... esto. Hemos esperado milenios por
este momento, el día en el que pagarías por tus pecados. ¡Alzaos mis hermanos,
llega la hora del crepúsculo!
Freya:
¡Estaba esperando a Arcan! El orbe que lleva en la mano izquierda esta
brillando con más fuerza ahora. Su objetivo es el archimago, debemos
protegerlo.
Arcan:
¿Vosotros? ¿Me vais a proteger a mi? Deberíais aprender a ser más modestos,
Efhirn.
Arcan pronunció un hechizo
y generó una onda expansiva que hizo temblar todo el planeta y la tierra empezó
a resquebrajarse y la lava empezó a filtrarse por estas fisuras llevándose
consigo cientos de cuerpos de Draktian muertos. Sin embargo... muchos de los
guerreros Draktian se habían alzado de la lava al escuchar las palabras de su
líder.
Adramelech:
Los que han muerto son de las últimas generaciones. Pero nosotros llevamos
vivos desde aquel fatídico día. El meteorito nos cambió para siempre. Nos dio
inteligencia y nos transformó en lo que somos hoy. Estamos acostumbrados al
magma. Fue lo primero que sentimos en nuestra piel cuando el meteorito se
precipitó sobre el planeta. No hay palabras para describir el dolor que
experimentamos.
Arcan:
Siento mucho lo ocurrido, yo también participé en la invocación del meteorito
con mi padre. No esperábamos ese resultado. El pasado ya no puede cambiarse.
Adramelech:
¿Crees que nos vamos a conformar con una simple disculpa? El magma fundido nos
arrancó la piel mientras nuestros gritos se ahogaban en un mar de fuego y
lágrimas. Los más débiles, incluidos nuestros hijos, murieron días después por
el dolor tan atroz que afectaba sus cuerpos. El pasado ya no puede cambiarse.
Pero el futuro sí, y la venganza será el primer paso que sentará las bases del
nuevo mundo.
Arcan:
No pienso permitir que hagas daño a los magos. Me enfrentaré a ti y a tu
ejército con todo mi poder.
El líder de los Draktian
empezó a sonreír.
Adramelech:
Me temo que la victoria se decidió en el momento en el que abandonaste tu
madriguera, sucia rata.
Adramelech alzó su mano
izquierda y el orbe empezó a brillar intensamente. Arcan empezó a notar una
sensación extraña en su cabeza, sentía como si le abandonaran las fuerzas y
fuera a desfallecer de un momento a otro. Shen'gril, Alaria y Atarion también
estaban siendo afectados por esta extraña aura maligna.
Arcan:
¿Q-Qué está pasando?
Alaria:
Siento como si mi cabeza fuera a explotar.
Atarion:
¡Arg! El dolor... es insoportable.
Adramelech: ¿Sentís
como el maná de vuestros cuerpos está siendo drenado? Seguro que os produce una
agonía incesante. Esto es solo un pequeña parte del dolor que nos causasteis.
Drew:
¡Tenemos que salvar a los magos! ¡Destruye el orbe Annie!
Annie:
¡Recibido!
Annie disparó una bala
hacía el orbe pero no surtió efecto. Su rifle modificado con magia había vuelto
a ser el de antes. No disparaba proyectiles a la velocidad de la luz. Freya
miró sus cuchillos e intentó atravesar la armadura de un soldado Draktian pero
la hoja se rompió al entrar en contacto con la dura coraza.
Frain:
Mis botas... no tienen magia. ¿Qué está pasando?
Bill:
Sorprendente... ese orbe absorbe cualquier tipo de fuente mágica en su radio de
alcance, incluido el maná que albergan los cuerpos de los magos.
Phina:
No me hagas reír -Dijo mientras luchaba contra el dolor para ponerse de pie. La
magia no será derrotada tan fácilmente.
Phina lanzó un pequeño orbe
de cristal con una runa en su interior. Al romperse se abrió un portal a
Endalar y Phina hizo señas a todos los magos para que lo cruzaran. Pero solo
Phina lo consiguió a tiempo. El resto a duras penas podían moverse.
Arcan:
¡Maldición! Sabía que involucrarse con el mundo de los Efhirn traería
consecuencias. No debería haber salido de Endalar.
Adramelech:
Exactamente, archimago. Gracias a ti toda tu especie está condenada. Posees
muchos conocimientos pero no sabías que tú eras la pieza clave para la
destrucción de todo. Tu padre era un hombre listo, creyó que con su muerte
enmendaría sus errores y salvaría a la humanidad. Pero se olvidó del pequeño
detalle de su hijo.
Arcan:
¿Que quieres decir?
Adramelech:
¿Aun no te has dado cuenta? Este orbe es el fruto de nuestros esfuerzos por
retomar el lugar que nos corresponde en el mundo. Lo único que necesita para
ser activado a máxima potencia es... sangre. Pero no cualquier sangre...
Arcan:
La sangre de mi padre...
Adramelech:
Sí... la sangre del que lo empezó todo. Fue el comienzo de todo y será el
final. Cuando se suicidó perdimos la esperanza pero entonces recordamos que ese
hombre tenía un hijo. Por tus venas corre la misma sangre corrupta de aquel
hombre y con ella activaremos el poder del orbe. Sin ti nunca lo hubiésemos
conseguido.
Arcan:
He condenado a los magos... he fracasado en mi misión de protegerlos...
Adramelech utilizó sus
garras para hacer un corte en la piel de arcan y bañó el orbe con la sangre que
emanaba de la herida. Arcan suplicó por su muerte mientras contemplaba como el
orbe alcanzaba su máximo poder.
Adramelech:
¿Matarte? No... después de todo por lo que nos has hecho pasar lo último que te
daré es el descanso de la muerte. Vivirás para ver la caída de tu imperio y
vagarás por el nuevo mundo mientras te arrepientes por tus pecados. Ese será tu
destino. En cuanto al resto, dejaré que contempléis lo que va a suceder ahora
antes de acabar con vuestras miserables vidas.
Drew:
¡Aunque nos cueste la vida, tenemos que deternerlo! Aun sin magia somos el
escuadrón de fuerzas especiales de la ONU, no permitiremos que se salgan con la
suya.
Annie: ¡Aunque
nuestras armas no surtan efecto...
Tommy:
...no nos rendiremos!
Freya:
Luchar hasta morir ¿eh? Una muerte de digna de guerrero.
Bill:
Aun debo encajar algunas piezas del rompecabezas. ¿Podrías posponer la
destrucción del mundo para más tarde?
Frain:
¡Prepárate para ver la testarudez de los humanos!
Adramelech:
Estúpidos insectos... ¿creéis que podéis derrotarme sin magia?
Adramelech lanzó un grito
hacia los Phantom y salieron por los aires por la fuerte onda de vibración.
A pesar de ello no se
rindieron y siguieron cargando contra el ejército Draktian a pesar de que sus
esfuerzos eran en vano.
Cuando el orbe llegó a su
carga máxima lanzó un rayo que perforó el cielo, abriendo un enorme agujero
entre las nubes.
Drew:
¿Qué es eso?
Una tierra se reflejaba en
el azul del cielo, una tierra oscura y apagada, pero no era la Tierra que todos
conocían. No era el mundo sobre el que estaban caminando.
Adramelech:
¡Por fin... la barrera entre los mundos se ha debilitado! ¡Mirad mis hermanos,
nuestra tierra está ahí arriba! ¡Al fin seremos libres!
Miles de naves empezaron a
descender del cielo. Naves del mismo tipo que las que invadieron en planeta
hace un mes.
Bill:
Con que ese era su objetivo... los Draktian pretendían traer a toda su gente a
nuestro planeta. Pretenden rehacer este mundo desde cero.
Alaria:
Pues no lo harán sin que peleemos. ¡SALIOR! -Gritó desesperadamente.
Salior respondió a la voz
de su maestra y empezó a correr hacía los Phantom sorteando a los Draktian que
intentaban derribarlo. Los Phantom entendieron las intenciones de tigre
inmediatamente y se subieron a su lomo. Mientras se elevaban hacia el cielo,
Annie pudo leer los labios de Alaria.
Alaria:
Encontrad la forma de derrotarlos. La respuesta debe estar en su mundo... no
nos falléis.
Los Phantom aceptaron la
misión que les había sido encomendada. El destino de la humanidad recaía
nuevamente en sus manos, pero esta vez el futuro de los magos también estaba en
juego. No podían permitirse el lujo de fracasar. Encontrarían la forma de
derrotar a los Draktian, sin importar el precio.