viernes, 18 de diciembre de 2015

Young Black Jack


Tras un largo parón de 2 meses, por razones que van desde la más mundana pereza hasta la dedicación que exige el máster que empecé precisamente este mes de octubre, hoy os traigo uno de los animes de esta temporada de otoño que ha terminado hoy tras 12 capítulos.

He decidido cambiar un poco el formato al que os tengo acostumbrados para pasar a un estilo más descriptivo, en lugar de organizar las reseñas de una manera tan esquemática, que a menudo puede desalentar al lector y hacerlo entrar en esa espiral de monotonía que tanto miedo nos da a los escritores.

Young Black Jack nos transporta a la época de los años 60, donde un joven estudiante de medicina, que tiene unas habilidades propias de un auténtico genio en medicina, se enfrenta a varios desafíos que cambian, para bien o para mal, su forma de ver el mundo, no solo a nivel médico, sino también a nivel humano.


Operaciones ilegales, tráfico de órganos, guerras, racismo, manifestaciones, corrupción... el vivo reflejo de la sociedad mundial de aquella época, donde la guerra de Vietnam se convirtió en la primera en ser televisada y la opinión pública marcó un antes y un después en la historia del poder político.

Como habréis podido deducir por estos dos últimos párrafos, este anime se puede englobar fácilmente en el género seinen al tratar de temas que tienen un alto componente de madurez y estar dirigido a un público principalmente adulto.


La historia, aunque parece que sigue un cierto hilo argumental, creo que carece de un componente conductor a lo largo de la trama. Hazama, el médico protagonista, tiene que continuar su carrera para graduarse y obtener la licencia que le permita ser un médico oficial. Este sería el hilo conductor del que hablaba. Sin embargo, fuera de esto, cada capítulo es como una historia independiente.

Pero todas estas historias independientes son las que nos ayudan a ver cómo será Hazama en el futuro, su personalidad y convicción como médico, y su deseo innato de ayudar a sus pacientes y salvar vidas.

En mi opinión, este sistema es aceptable para un seinen, pero en determinados capítulos se echa de menos esa sensación de querer saber como continúa, esa ansiedad que hace que estemos pendientes de la fecha del siguiente capítulo como si nos fuera la vida en ello.

Al margen de este hilo argumental peculiar, que no considero que sea necesariamente negativo, la animación del anime ha sido desarrollada por Tezuka Productions, que curiosamente es el estudio que fundó Osamu Tezuka, autor del manga de Black Jack, por lo que se podría decir que ha sido el mismo autor el encargado de animar su obra. Algo que se nota en el cuidado de los detalles, especialmente en los personajes.

Si bien no es la típica animación a la que estamos acostumbrados, ha sido una decisión acertada. Tanto para reflejar una animación más tradicional y acorde con la época como para dotar de personalidad al anime y hacerlo único. Últimamente los estudios de anime están optando por incluir pequeñas diferencias que rompen con los patrones idénticos que se veían un par de años atrás. Eso es algo muy positivo para la industria y para los espectadores.

Hablemos un poco de los personajes. Básicamente yo pondría a 3 como los principales, básicamente por su grado de aparición en la historia, aunque realmente todo el anime gira en torno a Hazama mientras que al resto se les relega a un papel secundario. Maiko es una interna de la universidad de medicina y Yabu es un amigo de Hazama, también doctor.

Todos tienen sus personalidades, aunque la más trabajada es sin duda la de Hazama, que va evolucionando a lo largo de la serie. En cuanto a Maiko tiene una personalidad muy cabezota, en todo el anime no para de repetir lo mismo una y otra vez, aunque la final tiene un corazón noble y suele ablandarse. Yabu, por contra, con sus inseguridades y problemas, quiere mejorar como médico y deja ver una cierta evolución a mejor de su actitud, especialmente si la comparamos con la de los primeros episodios donde es bastante inútil y, en cierta manera, hasta odioso.

La música de este anime esta trabajada,  me declaro fan incondicional del opening "I am feeling alive" interpretado por Umi-kun, francamente se ha ido de cabeza a mi lista de openings favoritos. Por otra parte el ending, interpretado por Takuto, no está mal pero el opening deja el listón tan alto que es difícil de superar.




La banda sonora que suena en los momentos de tensión, véase en algunas operaciones o momentos clave de algunos capítulos, da ese toque de suspense que tanto me gusta y la verdad es que es de agradecer.

En definitiva, Young Black Jack es un anime que recomendaría a aquellas personas que sientan una cierta predilección por el género seinen. La falta del hilo conductor de la historia hace que sea un anime complicado de seguir para aquellos acostumbrados a las historias shounen, que normalmente siguen una trama lineal (si no ponen relleno, claro está)

Por lo demás es un anime que merece la pena ver, el carisma de Hazama sacará vuestro médico interior y os hará disfrutar con sus habilidades durante los 12 capítulos.