miércoles, 9 de octubre de 2013

Kyoudai 兄弟 - Capítulo 6

CAP VI: SEEDIRIA, LA CIUDAD DEL PASADO

Alba estuvo vagando durante más de dos horas por aquel paisaje en ruinas y no encontró ninguna señal de vida. El único sonido que se escuchaba era el de los pasos de Alba por encima de los escombros de piedra que resonaban por toda la ciudad fantasma.

Edificios, fuentes, templos… todo estaba completamente deteriorado y la nube polvo que ennegrecía el cielo mantenía toda aquella ciudad sumida en las sombras. Sea lo que fuese que hubiese pasado, tan solo mirar al horizonte encogía el corazón de Alba.

Así que esto es el producto de una guerra... Si dejamos que la guerra con las pingüinas yandere continúe, Tensora y todo Windfair puede que acabe así –pensó Alba-

No podía permitir que eso pasara. Aunque muchas eran las preguntas que seguían sin respuesta, Alba decidió entrar al gran templo de la plaza central para ver si conseguía encontrar alguna pista sobre lo que sucedió en aquella ciudad.

Según cuentan las leyendas, en Seediria nacieron todas las razas de Windfair y a partir de aquí emprendieron un largo viaje para asentarse y crear los 3 grandes reinos que ahora forman Windfair. ¿Por qué destruir el mundo en el que nacieron? ¿Qué es lo que provocó la Gran Guerra?

Mientras seguía pensando en estas preguntas, Alba se situó en el centro del templo y lanzó una mirada su alrededor. El techo y las paredes del templo estaban decoradas con grandes murales que parecían narrar el inicio de los tiempos. Alba empezó a caminar junto a la pared situando la mano encima de las pinturas.

En el instante en el que la mano tocó la pared se encendió una gran antorcha del templo iluminando toda la sala con un intenso color verde. Parecía una llama de origen mágico. Antes de que se diera cuenta, la llama cobró vida y salió proyectada hacía Alba inmolándola por completo.

Alba: ¡Aaaaarg me quemo! ¿Eh? ¿Pero qué es esto? No está caliente… Tal vez es un espíritu de energía como el Ormag que me encontré al llegar a Seediria. Me pregunto si estará intentando mostrarme algo…

Como si de un rayo se tratase, las llamas se disiparon del cuerpo de Alba y se lanzaron hacía las paredes del templo iluminando unos huecos que parecían símbolos antiguos.

Alba: Yo conozco estos símbolos. Los he visto en la fuente antes. Son palabras escritas en la lengua de los Ormag.

A medida que todos los símbolos se iluminaban, la luz que se proyectaba al centro del templo  empezaba a revelar una figura femenina hecha de luz. Aquel espectáculo era una autentica danza entre luz y fuego que superaba incluso los límites de la magia.

Aquella figura femenina abrió la boca y de su interior salió un espíritu de luz que se aproximó al extremo izquierdo de la pared del templo. Tras unos segundos, la figura femenina empezó a cantar una hermosa canción a la vez que el espíritu de luz actuaba como director de orquesta moviéndose por los símbolos de fuego.

Primero de izquierda a derecha, luego de arriba abajo y finalmente de derecha a izquierda. Este movimiento se repetía varias veces pero con cada pasada el espíritu de luz señalaba otras palabras que cambiaban la melodía.

Astheri’son catan Or narim, ish narub bel’ir
Bal’anore shutan Or narim… Intyen’kar leffin
Othil san deet im’fanar sentharem Or narim, Im’nur sekya Or narim…
Ynfer’din katega itsurim… Or narim
Anbal’surin keytaran sephi’nur Or narim… Isk Or narim...

Aunque Alba no entendía el significado de la canción pudo notar como la melodía se volvía más trágica al final. Incluso parecía como si la figura femenina estuviera llorando mientras cantaba.

Al acabar la canción el fuego desapareció en un instante y con él, la figura femenina y el espíritu se desvanecieron también.

Alba necesitaba saber que decía esa canción. Seguro que tenía algo que ver con la historia de Seediria y el por qué fue atacada y destruida. Sin embargo, el Ormag con el que se encontró cuando llegó a Seediria había desaparecido sin dejar rastro y Artex tampoco hacía acto de presencia.

Tal vez haya alguna biblioteca – Pensó Alba –

Aunque los unicornios y los ositos de gominola carecían de la habilidad para escribir, habían encontrado sus propias formas de plasmar en los papeles todos sus conocimientos para que futuras generaciones pudiesen alcanzar un nivel mayor de sabiduría.

El arte de la escritura deben haberlo heredado de algún lugar –dijo Alba mientras investigaba un edificio que parecía ser una biblioteca –

Alba: Lo sabía. Aquí hay montones de libros pero están demasiado deteriorados y no puedo usarlos. Además están escritos en la lengua natal de los Ormag así que ni siquiera puedo leerlos. Pero espera… ¿Qué es ese libro?

Alba encontró un libro que se había conservado en un estado excelente. De hecho era el único que todavía conservaba el color en la portada. Cuando Alba intentó abrirlo le resultó imposible. Tras varios intentos vio que en la contraportada había algo parecido a unas ranuras en las que había que colocar 3 piezas o algo parecido.

Alba comenzó a buscar las piezas por toda la biblioteca pero solo fue capaz de encontrar 2 de ellas. La primera la encontró entre una pila de libros y la segunda estaba en uno de los estantes de la primera estantería.

La tercera sin embargo no aparecía por ningún lado. La única explicación posible era que no estuviera dentro de la biblioteca o que la hubieran escondido en algún lugar especial que solo un Ormag pudiese encontrar.

Alba: Probaré a buscar por otros edificios a ver si tengo mejor suerte.

Alba recorrió las ruinas de Seediria pero no encontró ninguna pieza que encajara en la ranura. Ahora mismo se encontraba en un callejón sin salida y tenía la seguridad de que la canción era la clave para salir de allí. Agotada de tanto caminar, decidió sentarse en la ribera del rio.

Mientras estaba sentada en la ribera de lo que antiguamente había sido un rio que atravesaba la ciudad, miró hacia el suelo erosionado y desgastado por el agua y se dio cuenta de que cada vez que parpadeaba aparecía una letra escrita en el suelo.

Al principio pensó que era una ilusión óptica provocada por el agotamiento pero con cada parpadeo aumentaban las letras en el suelo. Alba comenzó a parpadear lo más rápido que pudo y cuando terminó pudo ver la frase completa que, sorprendentemente, estaba escrita en su idioma. Parecía una especie de acertijo…

“Dos guerreros van cabalgando mientras que el tercero está caminando. Rápido avanzan los caballos mientras que con pies de plomo se va más despacio. Recto siguen los caballeros mientras que el camino curvo es el elegido por el tercero”

Alba no entendía el significado de aquel acertijo extraño y por más que pensaba no le veía ningún sentido. Lo mirara por donde lo mirara, los dos que iban a caballo eran mucho más listos que el otro y el que iba caminando debería encontrar un caballo para ir junto a los 3 por el camino recto.

Alba: Y además…  ¿para que tomar el camino con curvas? Seguro que por el camino recto se llega antes. Y encima vas solo. O espera… quizás me estoy dejando llevar por la respuesta más sencilla…

Tras meditarlo un poco más a fondo Alba consiguió llegar a una respuesta un poco más elaborada pero todavía había algo que se le escapaba…

Alba: Si hay dos que van por el camino recto, por regla general este debe ser el camino más corto… o quizás por eso van a caballo, porque es el camino más largo y tardarían más en llegar si fuesen a pie… pero sigue sin cuadrarme el otro guerrero. ¿Para que caminar por un camino más corto si puedes ir a caballo más cómodo y sin cansarte tanto?

Aun le faltaba algo… aparentemente la actitud del tercer guerrero que iba caminando era totalmente ilógica e irracional. A no ser…

Alba: ¡CLARO! Llevo todo el rato planteando el acertijo desde el punto de vista de que los dos caballeros son los que tienen la razón. Que sean dos contra uno no quiere decir que necesariamente tengan la razón. Tal vez ellos estén equivocados y el guerrero que camina sea el que tenga la razón. Por ejemplo si se dirigiesen al rio… ¡AL RIO!

En ese momento Alba lo entendió todo. Las letras no habían aparecido en el río de Seediria por que sí, precisamente le estaban dando una pista para resolver el acertijo. Si los caballos intentasen cruzar el rio la corriente los arrastraría pero si por el contrario fuesen caminando, podrían tomar el camino con curvas y llegar hasta el puente.

El acertijo le estaba diciendo que no por ser la decisión mayoritaria, tiene que ser la correcta.

Alba miró el libro de nuevo y extrajo las piezas que había colocado en dos de las tres ranuras y en seguida se dio cuenta de lo que había pasado. ¡Eran un engaño! Mientras gritaba estas palabras se empezó a reír por el error que había cometido.

Alba: Llevo horas buscando una pieza que no existe jajaja. Que la decisión más obvia sea la de introducir las piezas en las ranuras y que haya encontrado dos de las tres piezas no quiere decir que la solución correcta sea introducir las tres. Los Ormag me han tomado el pelo jajaja.

Alba se detuvo un instante a observar la tercera ranura. Aparentemente no se podía distinguir ninguna diferencia respecto a las otras dos. Las tres eran muy similares. Las tres ranuras le recordaban a algo que había visto ya varias veces pero no acababa de encontrar el que.

Alba: ¡El lenguaje de los Ormag se parece mucho a la forma de las ranuras! Tal vez si voy al templo puedo intentar buscarlas.

Cuando llegó al templo encontró varios símbolos que coincidían exactamente con las ranuras. Alba recordó la canción de la figura femenina y aunque no se acordaba de todas las palabras,  había una que se repetía varias veces.

Alba: ¡Or narim!

Cuando pronunció esas palabras una luz cegadora inundó el interior del templo y Alba quedó deslumbrada por unos segundos. Al abrir los ojos pudo ver que estaba volando por encima de la ciudad de Seediria. 

Skrill: Así que por fin has conseguido abrir el libro del fin de los tiempos… Está claro que eres aquella que posee la luz. Eres la chica de la que hablaban las leyendas de Seediria. Por cierto, mi nombre es Skrill. Perdóname por no haberte acompañado en tu viaje por las ruinas pero era algo que tenías que hacer tu sola.

Alba: Tienes un nombre muy bonito. ¿Podrías decirme donde estamos Skrill?

Skrill: Los Ormag almacenábamos nuestros conocimientos en forma de visiones dentro de los libros. Aunque todos los libros fueron quemados durante la Gran Guerra, el libro del fin de los tiempos se protegió bien tras una barrera antifuego. Lo que estás viendo ahora es el comienzo de la Gran Guerra y la extinción de los Ormag.

Alba: Que horrible. ¿Por qué todas las razas atacaron Seediria? ¿No era su ciudad natal?

Skrill: Así es. Pero todas las razas fueron corrompidas por el poder del templo de Seediria y la fuente de la creación. Verás…  los Ormag nacimos de la fuente de la creación, nosotros no somos los creadores del universo ni nada parecido. Nuestra misión era la de proteger la fuente y crear a las demás razas que vivirían en Windfair.

Sin embargo… con el paso del tiempo todas las razas se volvieron en contra nuestra en busca del poder de la fuente. Fuimos asesinados por la mano de aquellos a quien la reina Elyra más quería.

Alba: ¿La reina Elyra era la figura femenina que cantaba en el templo?

Skrill: Si… veo que has escuchado su canción. ¿Sabes qué dice?

Alba respondió negando con la cabeza.

Skrill
Resistid hijos de Seediria, proteged nuestra amada fuente.  
Adelante hijos de Seediria, no debe caer. 
El fin llegará si cae, hijos de Seediria. Ayudadme hijos de Seediria. 
¿Por qué atacáis hijos de Seediria? 
No matéis a nuestro querido padre hijos de Seediria… por favor, hijos de Seediria…

Alba: Que relato tan triste… ¿acaso los Ormag no luchasteis para defender la ciudad? Porque la reina pide ayuda a los hijos de Seediria?

Skrill: Todas las razas de Windfair eran los hijos de Seediria. Para Elyra, ver como sus hijos atacaban al padre de todos fue algo que le rompió el corazón. Con una espada atravesándole el pecho, Elyra cantó con sus últimas fuerzas esta canción desesperada mientras contemplaba entre lágrimas como destruían la fuente de la creación.

Alba: ¿Y qué pasó después?

Skrill: Después sucedió la catástrofe. Al destruir la fuente de la creación, no solo no consiguieron el poder que ansiaban sino que rompieron el vínculo vital que los unía a este mundo. Cuando murió nuestro padre, todo Windfair quedó sumido en una gran oscuridad. Las plantas y animales murieron, los ríos se secaron y las estructuras se deterioraron. 
Sin agua ni comida, todas las razas de Windfair se extinguieron. Al final fueron consumidos por el poder que tanto codiciaron.

Alba: Pero ahora en Windfair siguen habitando algunas razas y el sol brilla con fuerza casi cada día. Además ta-

Antes de que acabara de hablar, Skrill la interrumpió.

Skrill: El lugar donde vives no es Windfair. Es una copia que creó uno de los guardianes más poderosos del mundo. Los pocos Ormag que sobrevivimos a la Gran Guerra clamamos a los cielos el perdón de los guardianes y uno de ellos apareció ante nosotros. En ese momento arrojó un frasco a la fuente de la creación y esta empezó a brillar como nunca antes lo había hecho.
Todavía recuerdo las palabras de aquel guardian:

“Este mundo ya está perdido. La esencia de la vida que queda en él es demasiado débil y está a punto de apagarse. Sin embargo todavía puedo llevármela a otro lugar y crear una réplica de Windfair. Sin embargo, los Ormag no podéis venir. Debéis permanecer aquí para que vuestra muerte sirva de advertencia para las futuras generaciones del nuevo mundo”

Skrill: Después de decir aquello cogió la esencia de la fuente y desapareció.  Sin embargo no estamos tristes. Aquella decisión fue la más acertada y los que quedábamos con vida la aceptamos con una gran sonrisa. Al fin y al cabo, gracias a ello hoy estas aquí Alba. O quizás debería decir reina Elyra.

Alba: ¿Yo?

Skrill: Eres aquella que posee la luz. Llevas en tu interior el espíritu de nuestra reina. Es por eso que se te ha permitido entrar en Seediria. Y ahora debes permanecer aquí para ocupar tu lugar entre las leyendas del pasado.

Alba: Pero yo quiero volver a mi mundo y terminar con la guerra que amenaza con destruir Windfair.

Skrill: Lo entiendo pero no es tan sencillo. Cuando el guardián se llevó la esencia mágica de la fuente se llevó también un fragmento del corazón de Elyra así como una parte de su espíritu y sus recuerdos. Y ahora que por fin has regresado, Seediria puede descansar en paz. Ven, tienes que ir a la fuente y devolverle a Elyra su corazón.

Cuando se aproximaron a la fuente, la figura de la mujer femenina se materializó frente a ellos. La fuente empezó a emanar agua y decenas de espíritus de Ormag se arremolinaron en aquel lugar.

Elyra: Bienvenida a Seediria, mi luz. No sabes cuánto he ansiado este momento. Ahora por fin podré descansar junto al resto de los Ormag.

Alba: Perdonad reina Elyra. Pero yo no quiero quedarme aquí. Pertenezco al nuevo mundo de Windfair y actualmente hay una guerra entre las razas de Windfair y si continua muchas vidas se perderán. Usted debe saber de primera mano el dolor de ver como unas razas que antaño vivían en harmonía se matan entre sí. Usted experimentó esta tristeza en su día ¿verdad?

Elyra: Lo que dices es una visión terrible de Windfair. Nuestro sacrificio fue por el bien del nuevo mundo. No puedo permitir que se vuelva a repetir esa tragedia. Y sobre todo, no quiero que mi luz vea el fin de los tiempos una segunda vez…

Skrill: Pero mi reina. Sin su corazón completo jamás podrá descansar en paz. Llevamos milenios esperando este momento. El día en el que su luz regresara a Seediria.

Elyra: Quizás mi destino nunca ha sido descansar en paz. A lo mejor la parte que el guardián se llevó de mi corazón tenía reservada otro destino. Sin embargo según las leyendas jamás podrás salir de Seediria, Alba.

Skrill: Existe una manera pero me niego en rotundo a ella. Si Alba se fusiona contigo ella desaparecerá y tú podrás descansar definitivamente. Pero si tú te fusionas con Alba, desaparecerás para siempre y Alba podrá regresar a su mundo viva.

Elyra: Tal vez mi espíritu no quiere descansar. Alba, mi luz. Llévame al nuevo mundo. Llévame a Windfair. Si me ayudas te otorgaré todos mis poderes y con el tiempo podrás emplear hechizos de gran nivel. ¿Le concederías este último deseo a este espíritu atormentado?

Alba: Por supuesto reina Elyra. Se lo agradezco enormemente.

Elyra: No… soy yo la que debería darte las gracias. Por fin voy a estar completa y de la mejor forma posible. Mis poderes ayudarán a salvar el nuevo mundo que nació de la esencia de la fuente de la creación. No podía desear un destino mejor.

Alba entró a la fuente y las dos se dieron un abrazo. Mientras se abrazaban Elyra dejó caer una lágrima de felicidad y el agua de la fuente empezó a recubrir sus cuerpos hasta unirlos en uno solo.

Mientras Alba se elevaba hacía el cielo con el espíritu de Elyra en su interior pudo ver como los Ormag volaban a su alrededor de alegría y le decían adiós. Fue entonces cuando Alba recordó la inscripción de la fuente de Seediria:

“Mientras las aguas de la vida le muestran la verdad
el poder de su corazón también florecerá
y cuando eso suceda una lágrima caerá
que llenará Seediria de plena felicidad.”

lunes, 7 de octubre de 2013

Dan'thil: El último linaje de magos - Capítulo 5

CAPITULO 5: BELAZAR, EL NIGROMANTE MALDITO

Al salir del bosque se quedaron aún más asombrados que la primera vez que llegaron a Endalar. Como si de una visión aérea se tratase, desde la colina se podían distinguir perfectamente las 12 zonas de Endalar de las que habló el bosque de la eternidad.

Asimismo pudieron ver también la zona desde la que habían sido transportados por los magos de Arcan. Enseguida entendieron que la zona a la que habían llegado al atravesar la pared de hielo anteriormente no era más que la punta del iceberg. Para entrar a Endalar primero debías pasar por el bosque de la eternidad y superar la prueba.

Una vez localizada el territorio de Belazar, (fácilmente distinguible debido a la completa oscuridad que rodeaba la zona a diferencia del resto de áreas que brillaban por su belleza y vitalidad) se pusieron rumbo hacía aquellas tierras inhóspitas para cumplir la misión que Arcan les había encomendado.

Durante el trayecto tuvieron que defenderse de criaturas aterradoras que nunca antes habían visto. Murciélagos gigantes, serpientes de sangre, criaturas que parecían estar hechas de cuerpos diferentes… todo un espectáculo digno de ser calificado como terror.

Tommy: ¡Aaaah! Annie-chan, Annie-chan ¿has visto eso?

Annie: No tengo ni idea de lo que es pero si se acerca lo más mínimo voy a dispararle.

Frain: ¡Drew! ¿Por qué no nos paramos un momento a asesinar a todas estas bestias?

Drew: Yo no te lo recomiendo, Frain. Si miras a tu alrededor veras que estamos completamente rodeados y no creo que detenerse sea una buena idea. Si encontramos alguna cueva y podemos comprobar con seguridad que está vacía entonces descansaremos allí.

Bill: La noche en este lugar es eterna… es increíble como el enorme Sol artificial de Endalar es incapaz de iluminar esta tierra. Debe haber un poderoso mago detrás de esta barrera de oscuridad.

Freya pudo abrirse paso a través de la maleza y encontró una cueva aparentemente deshabitada. 

Cautelosamente todos fueron a investigarla y cuando comprobaron que efectivamente lo estaba, se asentaron allí.

Bill: El fuego aquí creo que solo empeoraría nuestra situación así que vamos a aprovecharnos de la luz que desprenden esas serpientes de sangre y las distribuiremos por toda la cueva para estar preparados ante cualquier peligro que se nos presente.

Drew: De acuerdo, iniciaremos el plan. Annie quédate pegada a la parte trasera de la cueva y apoya tu rifle en esa roca para tener un campo de visión más grande. Si ves que algo que no seamos nosotros intenta entrar en la cueva, dispárale. Frain y Freya apoyad a Annie si lo necesita. Tommy, conmigo.

Todos: ¡Entendido!

En su cacería de serpientes Tommy y Drew pudieron conseguir una buena cantidad y a su regreso iluminaron la cueva de acuerdo al plan de Bill. Una vez hecho esto se fueron turnando las guardias para descansar un poco antes del día siguiente.

Durante el turno de guardia de Annie y Tommy una extraña presencia los mantenía inquietos en el interior de la cueva.

Annie: ¿Tú también lo sientes verdad?

Tommy: Si… desde hace un rato siento una presencia que gira alrededor de la cueva. Parece que ha conseguido entrar y no nos hemos dado cuenta.

Annie: ¿Despertamos a los demás entonces?

Tommy: No creo que sea necesario. Si quisiera haberlos atacado ya lo habría hecho. Parece que solo está interesado en nosotros.

De pronto Annie notó un murmullo detrás suyo al lado de su oído: Efhirn…

Annie: ¿Lo has escuchado?

Tommy: No he escuchado na- Efhirn… ¿Eh? ¡Yo no he dicho eso! Efhirn… jajajaja

Annie: ¿Quién eres, muéstrate? ¡Levantad chicos, nos atacan! ¿Eh? ¿Chicos? ¿Tommy?

De pronto una voz de ultratumba resonó por toda la cueva penetrando en la mente de Annie…

???: Jajajaja, ahora ya no tienes a compañeros… ¿Qué haras, Efhirn?

Annie: Lo que he hecho siempre, ¡matar a mis enemigos con mi rifle!

???: Las reglas de tu amada realidad no son aplicables aquí… no puedes matarme Efhirn.

Annie: Eso ya lo veremos… ¿te diviertes haciendo esto, hijo de puta? Voy a quitarte esa sonrisa de la cara de un balazo.

???: Un corazón de fuego… tal y como dijo Belazar. Creo que me divertiré arrastrándote al olvido.

Annie: Ni siquiera das la cara, cobarde. Tsk. No merece la pena perder el tiempo contigo.

???: Jajajaja que arrogancia… te arrepentirás de no haber suplicado clemencia, Efhirn.

Annie: Tu solo inténtalo, ¡monstruo!

Annie estuvo corriendo por un plano totalmente negro en el que no se podía escuchar ni un murmullo y la única voz que resonaba en su cabeza era la de aquel ser misterioso que no se había ni dignado a decir su nombre. Parecía que su objetivo era hacer que Annie perdiera la cabeza.

???: Vas a morir en este lugar, Efhirn… Tus compañeros están muertos y el niño con el que ibas ha sucumbido a la corrupción de esta tierra… jajajaja.

Annie: Sigue hablando mientras puedas pero conozco a Tommy y te aseguro que no es tan fácil de matar. Ese pequeño psicópata esta como una cabra y ¿sabes qué? Si alguien le roba a su oneechan lo encontrará y lo asesinará. Y me temo que tú has cometido ese error jajaja.

Mientras Annie se reía unas manos etéreas la agarraron y tiraron de ella con fuerza pero en ese momento Annie sonrió y disparo una bala incendiaria en dirección contraria a las manos.

Annie: Ya te tengo, bastardo. –Dijo mientras sonreía-

El disparo alcanzó lo que parecía ser el cráneo de la criatura pero lo único que consiguió fue que perdiera la concentración y se disipara por unos instantes aquella especie de barrera que la mantenía encerrada en ese oscuro lugar.

Antes de que el monstruo recompusiera la barrera alguien saltó a su interior con cara de pocos amigos. Tommy ya no tenía aquella mirada dulce que lo caracterizaba. Su lado psicópata se había desatado y no había quien pudiera detenerlo.

Tommy: ¿Cómo te atreves a quitarme a mi oneechan? Te daré una muerte lenta y dolorosa con mi arsenal. ¡Prepárate!

Tommy se abrió la chaqueta dejando al descubierto decenas de frascos con contenidos mortíferos y empezó a mezclarlos en otro tubo de ensayo creando así un arma química letal que desintegró al monstruo en segundos y les permitió escapar.

Mientras corrían por las tierras oscuras se reunieron con el resto de los Phantom que también habían salido corriendo tras escapar de aquella pesadilla.

Annie: Sabía que vendrías Tommy

Tommy: Por supuesto Annie-chan –Dijo mientras reflejaba una adorable sonrisa en su cara- En cuanto aquel monstruo me atrapó, supe que a ti también te habían secuestrado y en ese momento me enfade mucho y encontré la forma de salir.

Tommy: Lo que contenía ese frasco no era más que un gas totalmente inofensivo pero aquella criatura parecía no tener carne así que este gas al mezclarse con su cuerpo alteró su composición destruyéndole desde el interior.

Annie: Pero que listo es este chico. Eres un genio Tommy, gracias por salvarme.

Drew: No lo celebremos todavía, no sabemos si esa cosa aún está viva.

???: ¡¡EFHIRN!!

???: Detente, Alphegor. Ya es suficiente.

Un hombre ataviado con una túnica negra se plantó ante los Phantom bloqueándoles el camino y con un simple chasquido de dedos disipó la sombra que les perseguía.

Belazar: Perdonad por su comportamiento. Alphegor es el guardián de las tierras oscuras y yo no esperaba visita así que intentó devorar vuestras almas sin mi consentimiento. No seáis muy duros con él, solo hace su trabajo. Mi nombre es Belazar, soy el nigromante de las tierras oscuras. ¿Qué os trae a este lugar tan desolado?

Drew: ¿Tú eres Belazar? Venimos en busca de-

Belazar: -Con los ojos como platos-!Un Efhirn! Hacía siglos que no veía a uno de vuestra especie. ¿Que hacéis aquí? ¿Y las barreras?

Drew: Veras… como ya he dicho-

Belazar: Eso no importa. Venid a mi palacio, esta no es una ocasión que se repite todos los días. Hablaremos allí con más calma.

En ese momento pronunció unas palabras en un lenguaje antiguo y los Phantom fueron transportados directamente a un tétrico castillo donde unos demonios mayordomos adorables les sirvieron comida y bebida mientras se sentaban para iniciar la conversación con Belazar.

Belazar: Basta de tonterías… ¿A que habéis venido?

Drew: Queremos respuestas. ¿Por qué se han roto las barreras? Venimos de parte de Arcan.

Belazar: ¿Arcan? ¿Qué querrá ese desgraciado ahora? Preguntas, preguntas, preguntas… no me interesan estas tonterías.

Tommy: Que persona tan antipática.

Belazar: Oooooh ahora resulta que soy antipático. ¿Quién eres tú para juzgar la complejidad del sistema nervioso humano? ¿Acaso tienes una visión mágica que te permita ver las conexiones nerviosas del cerebro para corroborar algo tan subjetivo como es el sentimiento de antipatía? ¿La tienes, la tienes, la tienes? Ya… como pensaba.

Annie: Oye, déjalo en paz.

Belazar: Lo siento, odio cuando la gente habla sin tener ni idea de lo que dice y hace acusaciones arbitrarias sin fundamentos.

Bill: ¿Qué son los Efhirn?

Belazar: Por fin alguien que parece ser el más sensato de vosotros. Contigo sí que me apetece hablar. Siéntate por favor. El resto, quedaos en las jaulas y escuchar una conversación de verdad.

Frain: ¿Qué jaulas? ¿EH?

Sin darse cuenta se encontraban flotando en el aire dentro de unas jaulas mágicas que se iban moviendo alrededor de la sala.

Belazar: Ahora no nos molestarán durante nuestra charla. Esas jaulas permiten la entrada de sonido pero no la salida. Son muy útiles para cuando no quieres que te molesten. ¿Y bien? ¿Qué querías saber?

Bill: Quiero saber porque nos llamáis Efhirn cuando somos de la misma especie.

Belazar: ¡Incorrecto! No somos de la misma especie. Los Efhirn sois la segunda generación de humanos. Inhabilitados para el uso de la magia y los poderes del universo. Nosotros somos  humanos que conservamos los poderes con los que fuimos dotados en el origen de los tiempos. Dicho de otra forma, somos los llamados humanos primigenios.

Bill: Interesante… así que la evolución de la humanidad ha tomado caminos distintos. No había considerado esa posibilidad.

Belazar: Es normal, no está en tu naturaleza. No crees en la magia, ¿me equivoco? Pero no es que no quieras creer, es tan solo que no puedes creer. Ese es el defecto de los Efhirn.

Bill: Entiendo... Ahora me gustaría saber por qué hemos podido llegar a Endalar.

Belazar: Jajaja más despacio amigo, necesito más información para responder a esa pregunta. ¿Qué está pasando en la superficie?

Bill: Hemos sido invadidos por los Draktian, una raza alienígena que amenaza con aniquilar a toda la raza humana.

Belazar: Tal y como fue predicho…

Bill: ¿Conoces a los Draktian?

Belazar: Si… se podría decir que sí. En este libro hay una profecía en la que se habla de esas criaturas sobre las que me has hablado, pero en el libro son conocidos como Dinsk. Aunque eso es irrelevante. Distinto nombre, mismo destino…

Belazar comenzó a leer la profecía: “Llegará el día en el que los humanos deberán rendir cuentas por sus actos” eso es todo.

Bill: ¿Eso es todo? ¿No hay nada más escrito?

Belazar: Como puedes ver, el resto del libro esta calcinado por las llamas. Esta ha sido la única frase que se ha salvado de las llamas.

Bill: ¿Entonces no puedes arrojar nada nuevo sobre los Draktian? Tienes cara de saber más de lo que dices.

Belazar: Jajaja muy listo. Por supuesto que conozco más cosas sobre los Dinsk pero no te las voy a poner en bandeja. Continúa tu investigación y veamos hasta dónde eres capaz de llegar. Por ahora dile a ese estúpido de Arcan lo siguiente: Los fantasmas del pasado han vuelto y claman venganza.

Bill: ¿No vienes con nosotros? Sería mejor si hablaras tu directamente con Arcan.

Belazar: Escuchame bien Efhirn, porque solo lo diré una vez. Los Efhirn aniquilaron a todos mis discípulos y los archimagos me dieron la espalda por hacer un pacto de sangre con los demonios, algo que según ellos, es inaceptable. Y yo me pregunto: ¿Quiénes son ellos para decir que es inaceptable? ¿Acaso la búsqueda de un poder superior es algo inaceptable? ¿Ampliar tus conocimientos es algo inaceptable? No… juré sobre la tumba de mis hermanos que si alguna vez volvía a la superficie sería para aniquilar a todos los Efhirn. Aunque parece que se me han adelantado ¿no? Jajajaja.

Bill: Veo que no podemos contar con tu ayuda así que si me permites nos vamos a contarle esta información a Arcan.

Belazar: Ir con cuidado jóvenes Efhirn. Vuestro viaje no termina aquí, más bien este es el comienzo…

Con esas palabras en mente, los Phantom fueron teletransportados directamente a la entrada de las tierras oscuras y desde allí continuaron su camino para contarle a Arcan la escasa información que habían podido conseguir del nigromante Belazar.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Kyoudai 兄弟 - Capítulo 5

CAPÍTULO 5: EL DESTINO DE ALBA

Desde que comenzó la guerra en Windfair los unicornios han estado sufriendo la mayor parte de los ataques. Los guerreros se entrenaban día y noche sin descanso para combatir a las pingüinas y a sus incansables asedios a las aldeas cercanas. 

Cuando las pingüinas atacaban lo hacían sin piedad. Congelaban los establos y asesinaban a todos los habitantes dejando tras de sí un autentico rio de sangre inocente y un paisaje desolador.  También secuestraban a algunos bebés unicornios y los usaban como rehenes para hacer caer a los unicornios en sus macabras trampas.

Los ataques eran cada vez más frecuentes y los hacían simultáneamente en varios lugares para dividir a las tropas de unicornios y menguar su poder de ataque. A pesar de que gracias a los ositos conseguían resistir la mayoría de los ataques,  las bajas en sus filas comenzaban a hacer mella en el ejército de los unicornios.

A los nuevos reclutas se les enviaba demasiado rápido a la guerra y su falta de experiencia y entrenamiento muchas veces los conducía hacía una muerte inevitable.

La guerra estaba a la orden del día y no paraban de llegar noticias a la capital de los unicornios, Tensora, donde Alba residía actualmente con 10 años debido a un ataque de las pingüinas a la aldea donde fue acogida cuando solo era un bebé.

En ese incidente su madre adoptiva murió y su padre se hizo daño en una pata mientras intentaba salvarla. A pesar de tener su pata en mal estado consiguió cruzar todo el desierto de las estrellas hasta llegar a Tensora donde se desmayó de agotamiento.

Alba quería ser útil para su pueblo pero cada vez que iba a los campos de entrenamiento los unicornios vigilantes le prohibían la entrada. No solo era demasiado pequeña sino que además era diferente al resto y no disponían de ninguna armadura de su tamaño y forma que le pudieran prestar.

Las armaduras de los unicornios estaban diseñadas para el cuerpo de un equino, no de un humano. Y desde luego las armas no eran ni mucho menos pequeñas y manejables para Alba.

Un día, harta de tanta burla y ansiosa por ayudar a los unicornios solicito una audiencia con la Reina Syria para pedirle ayuda.

Normalmente la Reina estaba muy ocupada por los tiempos difíciles que atravesaba su pueblo y no concedía audiencias a nadie. Pero la curiosidad de conocer a aquella criatura diferente al resto de unicornios hizo que cambiara de parecer e hizo una excepción para Alba.

La reina era un unicornio majestuosa. Su sola presencia en el campo de batalla ya inspiraba valor a sus aliados y auténtico terror a sus enemigos. Siempre andaba ataviada con una armadura repleta de joyas mágicas que le daban el poder de apoyo que su ejército necesitaba.

La reina había oído cosas sobre aquella extraña criatura que convivía desde hace 10 años con el resto de unicornios pero nunca la había visto.

Cuando Alba vio por primera vez a la Reina Syria no sabía qué hacer y estaba tan nerviosa que no sabía cómo reaccionar. ¿Inclinarse? ¿Ponerse a cuatro patas y agachar la cabeza? ¿O simplemente dejar que la Reina le indicase el protocolo a seguir? Los nervios le jugaron una mala pasada y Alba acabó haciendo de todo un poco. La Reina al ver las tonterías que estaba haciendo se empezó a reír.

Syria: Jajajajaja ¿Pero qué estás haciendo?

Alba: Mis disculpas su majestad pero es que no sé cómo debo saludar a la gran Reina de los unicornios. Estoy muy nerviosa y por eso… (Qué vergüenza, seguro que ahora piensa que le estoy faltando al respeto y me echa de palacio).

Syria no pudo aguantar y se empezó a reír aún más.

Syria: Está claro que aunque somos de razas diferentes, los niños siguen siendo niños. En este y en cualquier otro mundo jajajajaja. No hace falta que actúes tan formal conmigo. Has vivido 10 años con mi gente y eso ya te hace una de los nuestros. ¿Y bien… a que debo el honor de esta visita tan peculiar?

Alba no titubeo ni un instante en pronunciar estas palabras y responder a la pregunta de su majestad:

Alba: Quiero luchar con el ejército de los unicornios y quiero ser de ayuda para esta gente.

Tras esta respuesta la cara de Syria pasó de tener una sonrisa a reflejar una seriedad abrumadora.

Syria: ¿No crees que eres muy pequeña para luchar con el ejercito? ¿Qué razones tienes para querer poner tu vida en peligro por nosotros? He escuchado sobre la tragedia del establo norte y sé que perdiste a tu madre durante el ataque… ¿Acaso buscas venganza por la muerte de tu madre?

Alba: No es venganza lo que busco. Desde que tengo memoria lo único que he visto ha sido muerte y destrucción. Nunca he visto a los unicornios con una sonrisa en el rostro, divirtiéndose y jugando. Sé que tiene que existir alguna manera de parar esta guerra y también se que existe un mundo de los unicornios lleno de paz y harmonía. Y mi sueño es ver ese mundo.

Syria: Veo en tus ojos la sinceridad y la fuerza del más fuerte de los guerreros. Me has hecho recordar porque estamos luchando en esta guerra. No es solo para proteger  nuestro hogar o nuestra familia, luchamos para recuperar la luz de Windfair. Y tú, jovencita, eres quien nos guiará hasta esa luz.
En nombre de todos los unicornios de Windfair, te doy las gracias.

Los guardias del palacio y la mismísima Reina se inclinaron ante Alba en señal de reconocimiento.  Acto seguido la Reina le otorgó un medallón con el distintivo del ejército.

A pesar de haber sido reconocida como miembro del ejército, aun era necesario conseguirle una armadura y arma de su tamaño. La Reina necesitaba tiempo para pensar en alguna forma de conseguirlas y le dijo a Alba que se fuera a descansar mientras pensaba en ello.

Pasaron 3 días y 3 noches y Alba seguía sin saber noticias de la Reina. Al cuarto día Alba se despertó por el sonido de una trompeta imperial en la calle del comercio y salió corriendo para ver si era la Reina.

Cuando salió de casa en vez de ver a Syria se encontró a una especie de criatura del bosque mirándola fijamente y sonriendo.

-Tú eres Alba-gra?

Alba: Sí, soy yo. Y tu quien eres?

-Mi identidad en este momento no es importante-gra. Tienes que venir conmigo-gra. La Reina me ha pedido ayuda y aquí estoy-gra.

Esa criatura que acababa todas sus frases con un “gra” parecía un Trebu, un ser mitológico del que hablan las leyendas de Windfair. Se dice que antaño los Trebu eran los sirvientes de los poderosos Ormag, unos bichitos que tenían poderes mágicos cuya función era la de proteger las plantas y bosques de Windfair.

Además de proteger los bosques y plantas, eran los encargados de proteger Seediria : una ciudad legendaria que fue construida alrededor de la fuente de la vida y que dio nombre a la ciudad.

No obstante durante la segunda Era, Seediria fue asediada brutalmente por unos enemigos que querían apoderarse del poder de la fuente.  Para proteger toda la vida de Windfair, los Ormag se sacrificaron a  sí mismos y se extinguieron.  Ese episodio de la historia de Windfair es conocido como “Lagrimas de sangre”.

El trebu sacó un poco de polvo que llevaba dentro de una bolsita marrón y dibujó un extraño círculo mágico en el suelo. Cuando Alba estaba despistada el trebu la agarró del brazo,  se introdujeron en el círculo y desaparecieron.

Cuando Alba despertó se encontraba tirada en el suelo en un lugar que nunca había visto. A pesar de que conocía el mapa de Windfair perfectamente aquel bosque no le resultaba familiar. Era un bosque precioso y lleno de vida. Las copas de los árboles bloqueaban la luz del sol pero entre los huecos de las hojas se podía ver el hermoso cielo azul.

Alba después de contemplar admirada la belleza de aquel lugar decidió explorar los alrededores. Su memoria estaba un poco confusa por la teletransportación y solo recordaba haber entrado en aquel extraño círculo que el trebu dibujó… ¡el trebu! -Gritó Alba en su mente- Seguramente él podría decirle donde estaba pero… no parecía que estuviese allí.

Por más que caminara tenía la sensación de que solo estaba dando vueltas en círculos y no conseguía avanzar. Tras una larga exploración de aquella parte del bosque decidió sentarse en la hierba para pensar que haría a continuación.

A los 10 años estaba perdida en un lugar desconocido y completamente sola. El problema de la comida y el agua estaba solucionado ya que el bosque era todo un paraíso natural pero lo verdaderamente extraño era que no había ni un alma… ni siquiera insectos. Aunque lo que más preocupaba a Alba era como volver a casa.

Al caer la noche escuchó una melodía que venía de una parte más oscura del bosque. Alba embelesada por aquella música se adentró sin darse cuenta en lo más profundo del bosque. Allí encontró a una criaturita que parecía una araña pero tenía alas y estaba volando por lo que no podía ser un araña.

El bichito enseguida se percató de la presencia de Alba y se adentró en el agujero de un árbol caído y siguió cantando lejos de la mirada de la joven Alba.

Alba: ¿Qué eres? ¿Por qué estas cantando aquí solo en el bosque?

El bichito hizo caso omiso a las palabras de Alba y siguió cantando, esta vez más fuerte. Y Alba ya enfadada se puso a gritar también:

Alba: ¿¡No me oyes!? ¡No sé donde estoy y me gustaría volver a casa! ¡Tengo frío y este bosque es demasiado solitario y me da un poco de miedo!

La melodía de la canción que estaba tocando la criatura cambió de repente y las hojas del suelo se empezaron a arremolinar junto a Alba en forma de manta y la arroparon para que no tuviera frío. Además de debajo de la tierra aparecieron un montón de luciérnagas que iluminaron todo el bosque para que no tuviera miedo.

Alba no podía creer lo que estaba viendo. Esto ha tenido que ser obra de esta criatura. Alba se giró para darle las gracias y hablar con aquel bichito pero para su sorpresa ya no estaba allí. Alba intentó aguantar despierta un poco más para ver revolotear a las luciérnagas pero al final cayó dormida por el cansancio.

Cuando se despertó el bosque estaba sumido en una profunda oscuridad salvo por las luciérnagas que aun estaban volando cerca de Alba. Desde aquella zona no se avistaba ni el más ligero rayo de luz así que era imposible saber si era de día o no. Era como si esa parte del bosque viviese siempre una noche eterna.

Las luciérnagas se fijaron en que Alba había abierto los ojos y formaron un camino de luces con flechas indicándole que lo siguiera.

Alba entretenida por aquel espectáculo de luces tan divertido y peculiar no dudo ni un instante y se aventuró hacía la parte más profunda del bosque siguiendo el camino de las luciérnagas. Tras varios minutos caminando llegó a un claro del bosque donde había una hermosa fuente iluminada por un gran haz de luz.

¿Por qué las luciérnagas la habían traído a ese lugar? ¿Dónde estaba el trebu que la trajo aquí? A medida que pasaba el tiempo lo único que conseguía era formularse más preguntas sin respuesta. Por el momento decidió investigar el claro en busca de alguna pista.

En el centro de la fuente había una roca bastante desgastada con una inscripción antigua. A pesar de la erosión y el paso de los años aun se podía leer: Que esta fuente se convierta en el corazón de Seediria y que la conduzca a un futuro de prosperidad lleno de luz.

Alba no podía creer lo que estaba viendo. ¿Seediria? ¿La primera ciudad de Windfair y la fuente de vida del mundo? ¿Acaso había viajado al pasado? ¿O quizás Seediria no fue destruida y las leyendas eran falsas?

Lo que sí que estaba claro es que ahí no había ciudad alguna, ni siquiera unas ruinas o restos de civilización. Solamente había una fuente que rebosaba vida… en medio de un claro… iluminado por el haz de luz del sol.

Alba se mostró reacia a creer algo así sin pruebas pero la piedra parecía muy antigua… quizás sí que podía tratarse de Seediria.

De repente volvió a escuchar aquella melodía pero esta vez no había ninguna criatura cantando… era como si todo el bosque estuviera cantando a Alba y le pidiese ayuda… las ramas de los arboles apuntaban en una dirección y las hojas danzaban con el viento empujándola hacía la fuente…  querían que Alba entrase en la fuente.

Se dejó llevar por la canción y entró a la fuente:

Cuando entró en la fuente, esta se comenzó a vaciar ante sus ojos y el agua se filtró por la tierra. En tan solo unos segundos Alba se encontraba junto a la roca en una fuente de piedra que se había secado.

Como por arte de magia en todo el claro aparecieron una especie de cañerías que empezaron a lanzar agua en varias direcciones. Cuando las gotas de agua caían sobre la hierba parecían seguir un camino invisible que se iba revelando cuanta más agua caía.

La hierba que era tocada por el agua comenzaba a emitir una intensa y preciosa luz azul que iba revelando una especie de símbolos mágicos a medida que avanzaba. Aquel espectáculo luminoso dejó a Alba sin palabras.

Cuando el agua dejó de fluir, en el suelo se podían observar unas palabras escritas en una antigua lengua que Alba no conocía.

Esa es la antigua lengua de nazriel-gra […] dijo una misteriosa voz.

Alba se giró aterrorizada por el susto y no pudo hacer nada más que gritar:

Alba: ¡AAAAAAAH!

- La bestia dio un salto asustada y gritó - ¡Graaaaaaaaa!

Alba: ¡¿Quién… eres?!

Artex: Soy un humilde siervo de los Ormag  y me llaman Artex –gra.

Alba: E-Eres  el trebu que me trajo a este lugar. ¿Por qué apareces ahora? ¿Qué es este lugar?

Artex: Todas las preguntas tendrán su respuesta a su debido tiempo-gra.  Más importante aun… ¿no quieres saber qué es lo que dice el mensaje-gra?

Alba: ¿Tu entiendes este idioma?

Artex: Por supuesto-gra. El nazriel era la lengua de los Ormag-gra. El mensaje dice:

Quien venga a este lugar en busca de riquezas y poder nada encontrará,
 ya que la puerta de Seediria nunca se le abrirá […]

Alba: ¿Entonces aquí está Seediria? ¿Por qué nadie puede entrar? ¿Hemos viajado al pasado?

Artex se acercó a Alba y le dio una colleja.

Artex: ¡Silencio-gra! Aun no he terminado de leer el mensaje:

[…] La puerta de Seediria nunca se abrirá pues tu corazón de dudas plagado está.
Solo a aquel  con el poder de la luz se le permitirá entrar
y de Seediria no saldrá jamás.
Mientras las aguas de la vida le muestran la verdad
el poder de su corazón también florecerá
y cuando eso suceda una lágrima caerá
que llenará Seediria de plena felicidad.

Cuando acabó de pronunciar estas palabras el agua regresó a la fuente y empezó a rodear el cuerpo de Alba hasta dejarla sin aire y ahogarla.

Antes de morir ahogada pudo escuchar la voz del trebu que decía:

 En tu interior hallarás la respuesta-gra.

Cuando Alba se despertó se encontraba en un lugar un tanto tétrico, lleno de oscuridad y completamente en ruinas. Parecía como si toda la vida del lugar se hubiera… extinguido.

Alba: Supongo que esto es el más allá – Pensó Alba.

- No exactamente.

Una cara familiar se presentó ante ella. Era aquella criatura que estaba cantando en el bosque. ¿Qué estaba haciendo en este lugar?

- Permíteme presentarme: Soy uno de los antiguos Ormag, o al menos la voluntad de uno de ellos. Como puedes ver soy un espíritu de energía. Mi cuerpo ya no está aquí y mi alma sigue atada a este mundo.

Alba: Espera… ¿entonces estoy muerta?

- Sí, lo estas. Pero solo en parte. Al morir ahogada en la fuente de la vida tu cuerpo se ha evaporado y solamente a tu alma se le ha permitido entrar aquí. Normalmente aquellos que entran a la fuente y leen la inscripción simplemente mueren pero tú por alguna razón estás aquí. Si miras a tu alrededor verás que este entorno te resulta familiar.

Cuando Alba alzó la vista vio que estaba en una ciudad que no reconocía en absoluto pero cuando miró atrás vio que estaba en la misma fuente que se la había tragado hacía solo unos minutos. Pero no era como la recordaba… estaba llena de grietas, seca y no se parecía en nada a la fuente colorida que había visto antes.

- Te encuentras en la antigua ciudad de Seediria, hogar de los Ormag y lugar de nacimiento de todas las razas de Windfair. O mejor dicho… lo que queda de ella.

Alba: He oído que todos los Ormag desaparecieron. Y que Seediria fue completamente destruida. Pero nunca me imagine que vería la ciudad con mis propios ojos. 

- Las leyendas de Windfair tienen parte de verdad y parte que no lo es. Es tu deber descubrir que parte es la verdad y tengo la sensación de que por eso estas aquí. Creo que eres aquella que posee la luz; la única persona a la que se le permite la entrada en Seediria. Pero… me temo que jamás regresarás.

Alba recordó las palabras del trebu: “Solo a aquel con el poder de la luz se le permitirá entrar y de Seediria no saldrá jamás”.

Alba: ¿Entonces qué debo hacer?

La criatura había desaparecido de nuevo. Alba se encontraba sola en las ruinas de Seediria. Una autentica ciudad fantasma perdida en el olvido y con un trágico final.

Pero Alba sabía que no podía quedarse allí sin hacer nada. Se levantó y con la vista puesta en el horizonte empezó a caminar. Tenía que descubrir lo que realmente paso en esta ciudad. Tenía que descubrir la verdad de Seediria.