viernes, 18 de diciembre de 2015

Young Black Jack


Tras un largo parón de 2 meses, por razones que van desde la más mundana pereza hasta la dedicación que exige el máster que empecé precisamente este mes de octubre, hoy os traigo uno de los animes de esta temporada de otoño que ha terminado hoy tras 12 capítulos.

He decidido cambiar un poco el formato al que os tengo acostumbrados para pasar a un estilo más descriptivo, en lugar de organizar las reseñas de una manera tan esquemática, que a menudo puede desalentar al lector y hacerlo entrar en esa espiral de monotonía que tanto miedo nos da a los escritores.

Young Black Jack nos transporta a la época de los años 60, donde un joven estudiante de medicina, que tiene unas habilidades propias de un auténtico genio en medicina, se enfrenta a varios desafíos que cambian, para bien o para mal, su forma de ver el mundo, no solo a nivel médico, sino también a nivel humano.


Operaciones ilegales, tráfico de órganos, guerras, racismo, manifestaciones, corrupción... el vivo reflejo de la sociedad mundial de aquella época, donde la guerra de Vietnam se convirtió en la primera en ser televisada y la opinión pública marcó un antes y un después en la historia del poder político.

Como habréis podido deducir por estos dos últimos párrafos, este anime se puede englobar fácilmente en el género seinen al tratar de temas que tienen un alto componente de madurez y estar dirigido a un público principalmente adulto.


La historia, aunque parece que sigue un cierto hilo argumental, creo que carece de un componente conductor a lo largo de la trama. Hazama, el médico protagonista, tiene que continuar su carrera para graduarse y obtener la licencia que le permita ser un médico oficial. Este sería el hilo conductor del que hablaba. Sin embargo, fuera de esto, cada capítulo es como una historia independiente.

Pero todas estas historias independientes son las que nos ayudan a ver cómo será Hazama en el futuro, su personalidad y convicción como médico, y su deseo innato de ayudar a sus pacientes y salvar vidas.

En mi opinión, este sistema es aceptable para un seinen, pero en determinados capítulos se echa de menos esa sensación de querer saber como continúa, esa ansiedad que hace que estemos pendientes de la fecha del siguiente capítulo como si nos fuera la vida en ello.

Al margen de este hilo argumental peculiar, que no considero que sea necesariamente negativo, la animación del anime ha sido desarrollada por Tezuka Productions, que curiosamente es el estudio que fundó Osamu Tezuka, autor del manga de Black Jack, por lo que se podría decir que ha sido el mismo autor el encargado de animar su obra. Algo que se nota en el cuidado de los detalles, especialmente en los personajes.

Si bien no es la típica animación a la que estamos acostumbrados, ha sido una decisión acertada. Tanto para reflejar una animación más tradicional y acorde con la época como para dotar de personalidad al anime y hacerlo único. Últimamente los estudios de anime están optando por incluir pequeñas diferencias que rompen con los patrones idénticos que se veían un par de años atrás. Eso es algo muy positivo para la industria y para los espectadores.

Hablemos un poco de los personajes. Básicamente yo pondría a 3 como los principales, básicamente por su grado de aparición en la historia, aunque realmente todo el anime gira en torno a Hazama mientras que al resto se les relega a un papel secundario. Maiko es una interna de la universidad de medicina y Yabu es un amigo de Hazama, también doctor.

Todos tienen sus personalidades, aunque la más trabajada es sin duda la de Hazama, que va evolucionando a lo largo de la serie. En cuanto a Maiko tiene una personalidad muy cabezota, en todo el anime no para de repetir lo mismo una y otra vez, aunque la final tiene un corazón noble y suele ablandarse. Yabu, por contra, con sus inseguridades y problemas, quiere mejorar como médico y deja ver una cierta evolución a mejor de su actitud, especialmente si la comparamos con la de los primeros episodios donde es bastante inútil y, en cierta manera, hasta odioso.

La música de este anime esta trabajada,  me declaro fan incondicional del opening "I am feeling alive" interpretado por Umi-kun, francamente se ha ido de cabeza a mi lista de openings favoritos. Por otra parte el ending, interpretado por Takuto, no está mal pero el opening deja el listón tan alto que es difícil de superar.




La banda sonora que suena en los momentos de tensión, véase en algunas operaciones o momentos clave de algunos capítulos, da ese toque de suspense que tanto me gusta y la verdad es que es de agradecer.

En definitiva, Young Black Jack es un anime que recomendaría a aquellas personas que sientan una cierta predilección por el género seinen. La falta del hilo conductor de la historia hace que sea un anime complicado de seguir para aquellos acostumbrados a las historias shounen, que normalmente siguen una trama lineal (si no ponen relleno, claro está)

Por lo demás es un anime que merece la pena ver, el carisma de Hazama sacará vuestro médico interior y os hará disfrutar con sus habilidades durante los 12 capítulos.

domingo, 11 de octubre de 2015

Dan'thil: El último linaje de magos - Capítulo 22

CAPÍTULO 22: UN NUEVO COMIENZO

La oscuridad reinaba en las tierras de Belazar con más intensidad que nunca ahora que los muertos se habían alzado. Los Phantom y sus aliados habían llegado al campamento base de los paladines y se estaban preparando para asestar el golpe final al nigromante y a sus lacayos.

Adramelech era la variable más preocupante en este conflicto. Con el orbe antimagia en su poder, los magos no podían usar todos sus poderes contra el enemigo, por lo que derrotar al líder de los Dauroni era imprescindible para tener posibilidades de victoria.

Kandelz: ¿Estamos listos? Una vez nos adentremos en la marea de muertos vivientes no habrá vuelta atrás. Más allá solo nos espera la muerte o la victoria.

Bill: Es la hora de poner punto y final a esta historia. La humanidad se alzará de nuevo, tanto en la superficie como en Endalar.

Drew: ¡Bien dicho, Bill! Como ya acordamos nos dividiremos en dos grupos, el primero estará formado por Freya, Annie, Tommy, un escuadrón de los paladines y Phina que proporcionará apoyo desde una distancia segura con sus runas. El segundo lo compondremos los magos, Kandelz y el resto de los paladines, Frain, Bill y finalmente yo. ¿Conocemos nuestra misión?

Annie: Hacer entrar en razón a Adramelech y destruir el orbe. Si no es posible hacerle entrar en razón, usaremos la fuerza para dejarlo inconsciente.

Bill: Mientras tanto nosotros nos abriremos paso hasta el castillo de Belazar, donde probablemente se encuentre encerrado Arcan. Los magos aguardarán la señal del primer equipo para entrar en escena. Una vez puedan usar sus poderes libremente empezará el asalto final.

Todos los valientes guerreros y guerreras congregados allí asintieron y partieron en direcciones opuestas hacía sus respectivos objetivos. En este viaje las bromas se habían quedado atrás y todos los miembros de ambos equipos portaban unos rostros serios y decididos a conseguir la victoria. Incluso Tommy, que era el más despreocupado en estas situaciones, estaba concentrado en los enemigos del frente.

Los paladines del primer escuadrón comenzaron la carga contra los muertos vivientes, apoyados por Phina que erigía barreras psíquicas con sus runas impidiendo que la abrumadora cantidad de enemigos se abalanzasen sobre ellos al mismo tiempo.

Tommy lanzaba temibles bombas de fuego que incineraban a los muertos con tal virulencia que eran incapaces de volver a la vida. Lo único que quedaban eran un cúmulo de cenizas y huesos esparcidos a varios metros de la zona del impacto.

Annie cubría la espalda de Tommy y perforaba los cráneos de los enemigos con gran celeridad gracias a las balas mágicas que le hizo Alaria y a la nueva arma mejorada que obtuvo en Magmoria. Esta nueva arma tenía un uso ilimitado y podía usar al máximo la energía acumulada en su interior. El resultado era demoledor.

Por otra parte Freya no se quedaba atrás. Sus cuchillos combinados con su habilidad y experiencia la convertían en una seria amenaza para todos los muertos vivientes. Se abría paso entre sus filas mucho más rápido que los paladines y parecía no agotarse. Cercenaba a esas viles criaturas una tras otra, sin que tuvieran tiempo a reaccionar.

Tras 15 minutos de combate, los no muertos parecían no tener fin. Pero como ya había dicho Kandelz, era imposible regresar. Tras ellos solo aguardaba una oleada de muertos vivientes avanzando sobre los miles de cadáveres que el primer escuadrón había dejado a su paso.

Phina avistó algo desde el cielo, los muertos vivientes parecían no adentrarse en una pequeña zona al este de su posición. Sin embargo, esa zona estaba plagada de Dauroni y claramente significaba el inicio de una segunda batalla incluso peor.

Los paladines se quedaron atrás para mantener a raya a los muertos vivientes mientras el resto del escuadrón se dirigía directo hacía el territorio Dauroni. No había tiempo para mirar atrás, no había tiempo para preocuparse por los compañeros que se habían quedado defendiendo la retaguardia, era una apuesta de todo o nada. Adramelech les estaba esperando.

Freya y Annie comenzaron a barrer a los soldados Dauroni como si fueran moscas, uno tras otro iban cayendo ante el implacable duo sin tener tiempo a reaccionar. Phina y Tommy avanzaban sigilosamente entre los arbustos tratando de encontrar la guarida de Adramelech. Gracias a la runa de invisibilidad de Phina y al enorme ruido que estaban provocando Freya y Annie, podían adentrarse sin ser detectados.

Llegaron a una especie de anfiteatro, con unas gradas que envolvían un foso lleno de calaveras y sangre. Al frente había una especie de torre, que actuaba a modo de mirador para el máximo representante de la zona, probablemente Belazar, aunque ahora debería ser Adramelech. En el foso también habían cuatro trampillas desde donde se podían escuchar unos gritos agónicos que se ahogaban en un pantano de sangre hirviente.

Los gritos eran de magos que estaban siendo arrojados por guerreros Dauroni al rio de sangre que circulaba en el subsuelo. Tras aquel espectáculo macabro se ocultaba una imagen aun más preocupante, un centenar de magos enjaulados esperaban su turno para emprender un viaje hacía una muerte prematura. Tommy miró enfadado aquella escena y empezó a idear un plan para liberar a los magos.

Annie y Freya acababan de llegar al pie del anfiteatro arrastrando tras de sí una marea de Dauroni muertos. Desde lo alto de la colina Tommy hizo una señal a Annie para indicarle su posición y acto seguido descendieron con precaución para no ser detectados.

Tommy: Adramelech no está aquí pero los Dauroni están matando a los magos y parece que todavía tienen muchos prisioneros.

Annie: Unos refuerzos nos vendrían bien, si los rescatamos y derrotamos a Adramelech nos serán útiles en la batalla contra Belazar. Me pregunto cómo le irá al segundo escuadrón...

Freya: Estoy seguro que también tienen asuntos de los que preocuparse, por ahora debemos pensar que hacer para liberar a esos magos.

Phina: Tommy y yo podemos hacer volar el anfiteatro por los aires. Una de sus bombas más tres o cuatro runas de amplificación en los pilares maestros y se acabó.

Annie: Pero eso implicaría una infiltración completa, y no sabemos el número exacto de enemigos. Si son Dauroni podemos continuar como hasta ahora pero no me gustaría verme rodeada de ellos y que apareciese Adramelech entre las sombras.

Freya: Pero quizás no sea mala idea. Una explosión así sería el reclamo perfecto para atraer a Adramelech hacía nosotras.

Phina: Para no vernos sobrepasados por sus números, podemos preparar trampas por toda la zona antes de hacer estallar el anfiteatro. Podemos detonarlas si lo necesitamos para salir del apuro.
Annie: Bien, así lo haremos. Comencemos la operación.

Mientras el primer escuadrón comenzaba los preparativos para salvar a los magos cautivos y hacer salir a Adramelech de su escondite, el segundo escuadrón continuaba abriéndose paso entre las filas de los muertos vivientes para llegar a la fortaleza de Belazar.

Kandelz: En breves entraremos en una zona realmente peligrosa, preparad las armas y afianzad vuestras defensas.

Drew: Los muertos vivientes se acaban allí, ¿acaso no se atreven a invadir el terreno privado de Belazar?

Frain: No se tu, Drew, pero a mí me daría bastante miedo pisar una rosa del jardín de alguien que controla a los muertos.

Drew: ¿Rosas? Aquí solo hay muerte y putrefacción. Pero buena metáfora, Frain. Si salimos de esta recuérdame que te suba el sueldo.

Alaria se había quedado en la retaguardia junto a los paladines y la ciudad flotante de Sal'Irah para evitar que los muertos vivientes invadieran todo Endalar. Los cazadores de vientos formaron un muro infranqueable en la frontera mientras sus flechas ensombrecían el cielo.

Kandelz: Nunca entenderé como funcionan vuestras mentes, Efhirn, bromear en estos momentos es contraproducente.

Drew: El humor es lo que nos mantiene vivos en la superficie. Sin él la vida sería un verdadero aburrimiento.

Kandelz: Interesante... por ahora centrémonos en derrotar al nigromante. Ya hemos entrado en sus tierras privadas. Vosotros ya habéis estado aquí una vez, decidme que peligros nos acechan.

Bill: Hay una extraña criatura que es el guardián de este páramo. Parece inmortal y lo único que pudimos hacer fue retrasarla gracias a uno de nuestros miembros más prometedores, Tommy, que desintegró su cuerpo mediante una poción alquímica. Si mal no recuerdo su nombre era Alphegor.

Kandelz: ¿Alphegor? ¿La serpiente del inframundo? ¡Paladines, formación defensiva!

Los magos erigieron barreras mágicas que detectarían cualquier movimiento en la zona y los protegería en caso de ser asaltados.

Zigael: Recordad que ese monstruo, Adramelech, tiene en su poder el orbe que anula la magia. No sabemos cuál es su rango de alcance pero si lo activa es posible que el escudo mágico se disipe.

Bill: No te preocupes, estaremos preparados ante cualquier eventualidad.

Una voz tétrica comenzó a resonar entre las rocas que rodeaban los dominios de Belazar, del interior de las cuevas comenzaron a salir murciélagos que alzaban el vuelo, dejando tras de sí un sonido estridente que acompañaba la voz por todos los rincones.

Alphegor: Sabía que vendríais... el maestro me alertó de vuestra llegada...

Drew: Preparaos para el combate.

Kandelz: ¡Muéstrate, bestia!

Alphegor: El maestro no quiere que nadie le moleste... es una pena que vuestro viaje acabe aquí.

Frain: Eso está por ver.

Una nube de vapor se abalanzó sobre los Phantom y los paladines, envolviéndolos por completo. Los magos fueron engullidos por una niebla más densa, dentro de la cual se alzaba una figura oscura que devoraba a los magos sin compasión.

Kandelz junto sus manos con la de sus hermanos de armas e invocaron un espíritu de luz que disipó la niebla y comenzó a atacar a Alphegor. Armadura dorada, alas de ángel, y con la espada vengativa en alto eliminando la oscuridad.

Alphegor era una serpiente negra con un cuerpo etéreo y sus colmillos duplicaban el tamaño de la espada del espíritu de luz. La batalla comenzó pero los ataques del espíritu no alcanzaban a Alphegor, pues una espada no puede hundirse en un enemigo sin carne. Los ataques de la serpiente parecían hacer mella en el aguante del espíritu, su noble armadura comenzaba a mostrar grietas y los paladines estaban invirtiendo demasiada energía en mantener el cuerpo físico del espíritu.

Kandelz se sumó a la batalla, levantando su mazo y propinando golpes contundentes a la piel de la serpiente. Su cuerpo etéreo le protegía de la mayor parte del daño, pero el arma del paladín parecía tener algo de efecto sobre él.

Alphegor lanzó ácido hacía Kandelz pero el espíritu de luz se interpuso y recibió el letal golpe. Con la armadura corroída por el ataque de la serpiente, los movimientos del espíritu estaban limitados y su derrota era inminente. La serpiente de Belazar atacó sin piedad y destruyó la última baza de los paladines.

La niebla volvió a envolver la zona mientras Alphegor se reía por los inútiles esfuerzos de los paladines.

Alphegor: Un digno esfuerzo... pero inútil... comenzaré devorándote a ti, insecto.

Kandelz: ¡Vamos, inténtalo!

Alphegor se abalanzó sobre el paladín desde el arriba, pero ya había previsto que eso sucedería. "¡Ahora!" -Gritó con fuerza.

Los magos supervivientes lanzaron un hechizo de penetración sobre la maza del paladín, que con un rápido movimiento hacía el cielo golpeó directamente la cabeza de Alphegor, aplastándole el cerebro. Una herida mortal.

Alphegor, sin embargo, antes de liberar su último aliento cercenó el brazo derecho de Kandelz, haciéndole caer de rodillas al suelo, pero sin agachar la cabeza ni doblegar su espíritu.

Kandelz: Te dije que te vencería, serpiente.

Alphegor: No te lo tengas tan creído, insecto. No puedo esperar el momento en que esos ojos se sumerjan en la desesperación...

Esas fueron las últimas palabras del guardián de las tierras de Belazar. Dolorido, Kandelz se puso en pie y alzó su maza con la mano izquierda en señal de victoria.

Kandelz: El resto depende de vosotros, Efhirn. Traed la cabeza de Belazar y poned fin a esta guerra.
Los Phantom y los magos, cargando las esperanzas y los deseos del líder de los paladines continuo avanzando hacía la fortaleza del nigromante. La batalla final estaba a punto de comenzar.

En el extremo oeste de las tierras oscuras, Phina y el primer escuadrón ultiman los preparativos finales para iniciar el rescate de los magos y tenderle la trampa al líder de los Dauroni.

Phina: Las trampas ya están colocadas, y las bombas están en sus respectivos lugares. Solo esperamos la señal.

Tommy: ¡Vuélalo, vuélalo por los aires!

Annie: Yo ya estoy lista, cuando quieras podemos empezar la función.

Phina asintió y Tommy lanzó una potente bomba hacía el anfiteatro desde una distancia segura. Phina empleo una runa de viento para que la bomba llegará al centro y activó a su vez las runas de amplificación previamente colocadas.

¡BOOOOOOOOM! La tierra tembló con aquella espectacular explosión, que convirtió el anfiteatro en poco más que un montículo de polvo combinado con las cenizas de los Dauroni que estaban en él y en los alrededores. Gracias a la gran habilidad de Tommy con las bombas y la maestría de Phina con sus runas, la onda expansiva no alcanzó las jaulas donde estaban los magos.

Aprovechando la enorme nube de humo generada por la explosión, el primer escuadrón se apresuró hacía los prisioneros para liberarlos de sus jaulas, ahora custodiadas por unos pocos guerreros dauroni, aun desorientados por lo que acababa de suceder.

Adramelech: ¿Qué creéis que estáis haciendo?

Freya: Al fin te muestras, líder de los Dauroni.

Annie: Mira a tu alrededor, Adramelech. No tienes más opción que rendirte.

Adramelech: ¿Rendirme? ¿Ante unas ratas como vosotros? Habéis olvidado un pequeño detalle, YO tengo el orbe mágico en mi poder. ¡Sucumbid ante su poder!

Phina comenzó a notar como el maná de su cuerpo empezaba a ser succionado, pero la runa de protección que había preparado de antemano amortiguó el dolor. Por otro lado, Tommy, Annie y Freya, aunque notaban la presión del orbe, estaban siendo protegidos por las armas mágicas que obtuvieron en Magmoria, cuyo poder superaba al del orbe de Adramelech y era inmune a sus efectos.

Tommy: Onee-chan, destruye el orbe con tu rifle. Freya y yo lo distraeremos.

Adramelech: ¿Cómo es posible que podáis moveros? Bah, no importa, os destruiré con mi inconmensurable fuerza.

Freya esquivaba los golpes contundentes del Dauroni mientras propinaba diversas puñaladas por sus piernas y brazos con mucha agilidad. Tommy atacaba con bombas de humo que cegaban a Adramelech para luego rematar con pociones de congelación que limitaban el movimiento.

Annie disparó varias veces su rifle, pero era difícil dar en el blanco a pesar de los esfuerzos de los Phantom y de su gran habilidad. Por si fuera poco, las trampas de Phina que había colocado para evitar que los guerreros Dauroni les rodeasen, estaban perdiendo efecto por culpa del orbe.

El tiempo apremiaba. Necesitaban acabar el combate rápidamente o la misión fracasaría. Con lo fácil que sería dispararle en la cabeza... -pensó Annie. Pero entonces recordó la lección número uno que le enseñó Alaria: "Un cazador nunca tira una única flecha".

Apuntó con su rifle hacía el orbe, y tras respirar profundamente disparó dos balas casi al mismo tiempo. Una proeza digna de la mejor francotiradora. La primera bala fue esquivada, pero Adramelech volvió a poner la mano en la misma posición justo después y giró la cabeza para atacar nuevamente a Freya. Ese fue su error fatal. La segunda bala destrozó el orbe en mil pedazos y liberó el poder que albergaba en su interior.

Adramelech no pudo soportar la presión del inestable orbe liberando su energía y cayó derrotado e inconsciente al suelo. La visión de su gran líder derrumbándose hizo que los demás Dauroni se encogieran de pavor y huyesen. Phina usó las runas de contención a máxima potencia y atrapó a los Dauroni fugitivos.

Con la caída de Adramelech, los magos no tendrían que temer por que sus poderes fuesen anulados y podrían liberar su máximo potencial contra Belazar. Freya, Annie, Tommy y Phina juntaron sus manos y lanzaron una bengala al cielo.

La luz roja iluminó con un destello el cielo negro de las tierras oscuras. El segundo escuadrón recibió el mensaje, ahora todo dependía de ellos.

Drew: Ha llegado el momento. Con Adramelech fuera de escena, los magos podéis volver a usar todos vuestros hechizos sin temor a que sean anulados. Es la hora de que salvéis a vuestro líder.

Zigael: ¡Hermanos y hermanas, liberad vuestro poder y aplastad al traidor! El gran archimago espera nuestra llegada, y las únicas palabras que espera oír de nuestros labios es ¡VICTORIA!

Los magos aclamaron a Zigael y avanzaron hacía la fortaleza de Belazar. Drew y los demás miembros del segundo escuadrón les seguían de cerca, muy alertas ante cualquier enemigo que pudiese aparecer.

Bill: Esto no me gusta... Belazar ha dejado la puerta abierta...

Frain: En mi pueblo a esto se le llama trampa, debemos avanzar con cautela.

Zigael: No temáis, jovenes Efhirn, la magia es capaz de salvar cualquier obstáculo, por difícil que sea. Abrid un portal por ambos lados, nos dividiremos en dos grupos y liberaremos al archimago.

Bill: Belazar no es un hombre necio, estoy seguro que tiene algo reservado.

Drew: Coincido contigo, pero poco podemos hacer en esta situación. Tendremos que aceptar su desafío.
El segundo escuadrón se dividió en dos grupos, el primero formado por Zigael y un grupo de magos, y el segundo compuesto por los Phantom y los magos restantes. Atravesaron los portales sin problemas, pero ocurrió algo inesperado.

Los portales fueron alterados y los condujeron directamente al foso de las mazmorras, donde un Belazar impasible les esperaba sentado en su trono.

En el proceso, muchos de los magos cayeron al pantano de agua verde que rodeaba el foso y fueron devorados al instante por las pirañas fantasmales. Solo los más ágiles fueron capaces de reaccionar antes de caer a las aguas mortales.

Drew perdió una de sus pistolas mientras intentaba agarrarse desesperadamente a la pared, Frain y Bill también consiguieron agarrarse a tiempo.

Belazar: Bienvenidos, magos y Efhirn. Os he convocado en el foso de la muerte porque tengo un evento especial para vosotros. He considerado que una ocasión así lo merece.

Del techo empezó a descender una jaula con barrotes mágicos y en su interior se encontraba Arcan, que contemplaba con enfado las muertes de su gente y la crueldad de Belazar.

Arcan: ¡Zigael! No tendrías que haber venido. Coge a los magos supervivientes y huye de aquí.

Zigael: No podemos permitirnos perder a nuestro archimago, le necesitamos para seguir descubriendo los secretos de la magia.

Arcan: Belazar nunca ha planeado dejarme salir con vida, vuestras muertes son innecesarias. No tenéis porqué morir aquí. Cometí un error y vosotros no tenéis que pagar por ello.

Zigael: No estamos solos, gran archimago.

Drew: ¡Arcan! Romperemos la celda sin importar qué.

Arcan: ¿Efhirn? ¿Por qué? Después de haberos expulsado de Endalar, ¿qué hacéis aquí?

Bill: Es tal y como dijiste, la irracionalidad está en nuestro patrón de comportamiento.

Frain: Dejemos la conversación para más tarde, Belazar está a punto de hacer su movimiento.

Belazar: ¿Yo? Por favor, que grosería. No sois dignos de enfrentarme. Tengo unos nuevos juguetitos que lucharan encantados con vosotros... ¡EN FHIR ASH'UL!

Poco después de que Belazar pronunciará esas palabras, del interior de las aguas salieron los magos que habían caído en ellas, convertidos en marionetas sin cerebro al servicio del nigromante.

Belazar: ¡Adelante, divertidme! -Dijo mientras se reía a carcajadas.

Zigael: Maldito cerdo macabro... ¡Démosle la paz a nuestros hermanos, acabad con todos!

Belazar: Oh... conmovedor... no dudas en atacar a tus viejos amigos... pero a veces no todo en la vida sale como lo planeamos... ¡ASH ELL UST!

Los magos caídos empezaron a sufrir mutaciones y se convirtieron en abominaciones gigantes con varios ojos y brazos. Sus ataques eran mucho más potentes y peligrosos, lo que hizo que los magos y los Phantom tuvieran que retroceder.

Esos monstruos parecían inmortales, por más que les lanzaran hechizos no parecían sufrir ni un rasguño, y solo los ataques combinados de varios magos podían causarles daños. La carga de maná que suponía el vínculo de maná para canalizar un hechizo conjunto era demasiado alta como para usarlo como arma.

Más de 10 abominaciones continuaban atacando sin descanso a los magos y los Phantom, muchos de los seguidores de Zigael ya habían caído, y Drew y los demás a duras penas podían contener sus ataques.

Mientras el combate tenía lugar, la jaula del archimago continuaba bajando y era solo cuestión de tiempo que llegara a su fatal destino. A Bill se le ocurrió una idea, pero era arriesgada y no tenían tiempo para comentarla en medio de la batalla.

Bill: ¡Zigael! ¿Puedes conseguirnos unos segundos?

Zigael: ¿Qué? Arg, si tienes un plan te conseguiré todo el tiempo que pueda.

Zigael erigió un escudo de energía que bloquearía los ataques de las abominaciones durante un tiempo, pero la virulencia de los mismos auguraba que sería un periodo muy breve. "¡Daos prisa!" - Gritó el mago.

Bill: Drew, tus pistolas son la clave del éxito. Belazar no sabe que hemos ido a Magmoria, y aunque lo supiera dudo mucho que haya notado que las armas encantadas que tenemos son diferentes de las anteriores. Esa será nuestra baza.

Drew: ¡No tenemos tiempo, ve al grano!

Bill: La magia no puede romper los barrotes de la jaula de Arcan, pero tus pistolas creo que serán capaces.

Drew: ¿Me estas pidiendo que le a un barrote con una sola bala, entre una marabunta de abominaciones, que lo atraviese, y que no mate a Arcan en el intento? Muy bien, está será una proeza para contarle a mis nietos... cuando los tenga.

El escudo cedió y Drew aprovechó el instante para colocarse en posición de ataque y apuntar a la jaula de Arcan. El disparo podría costarles la vida, tanto a ellos como al archimago, fallar no era una opción.

Respiró hondo y buscó un hueco entre las abominaciones que corrían hacia él. Espero hasta el último momento y disparó...

La bala perforó la jaula de Arcan y el archimago aprovechó la oportunidad para escapar y saltar al vacío. Empezó a levitar y lanzó un hechizo que acabó con todas las abominaciones sin compasión.

Belazar estaba en pie. Este resultado no estaba en sus planes.

Belazar: ¡Hahahaha! No me equivocaba contigo, joven Bill. Sin duda algunas tienes una inteligencia sobrenatural, has superado mis expectativas.

Arcan: Belazar... tus pecados han traído la guerra a nuestro mundo, incontables vidas se han perdido por tus ansías de poder... el destierro no será suficiente esta vez. ¡Te condeno a muerte!

Belazar: Bonitas palabras... pero no será tan sencillo. ¡AND'URAHN!

Arcan sin inmutarse levantó la mano y pronunció un hechizo: AEGIS, que destruyó la fortaleza de Belazar en un abrir y cerrar de ojos. Drew y los otros magos ahora estaban en un crater en medio de un terreno desolado contemplando las dos figuras que se alzaban en el cielo y que luchaban con tesón.

Arcan y Belazar intercambiaban sus hechizos de destrucción, creando destellos en el cielo que lo iluminaban y oscurecían de manera intermitente. Estaban muy igualados y ninguno de los dos tenía la intención de ceder.

Belazar: ¡Si seguimos así nos autodestruiremos los dos!

Arcan: ¡Si con ello traigo la paz a Endalar, que así sea!

Belazar: Interesantes palabras teniendo en cuenta de que has sido tú el que has llevado a Endalar a esta situación... los Dauroni nunca habrían llegado si no hubieses salido de Endalar...

Arcan: ¡Aceptaré mis errores y los de mi padre, pero no dejaré que alguien como tu arruine el futuro de mis discípulos!

Belazar: No importa cuántas veces intentes rehacer tu vida, siempre traerás el caos y la destrucción allá donde vayas... ¡ninguna sociedad estará a salvo contigo!

Arcan: Yo de ti dejaría de malgastar saliva innecesariamente, esto solo puede acabar de una forma y lo sabes.
Arcan lanzó un gran hechizó que golpeó a Belazar y lo estrelló contra el suelo... sin embargo, se había protegido en el último segundo y minimizó los daños...

Sangrando y malherido, continuo incesantemente lanzando hechizos contra Arcan mientras se acercaba hacía su posición. Cuando estuvo lo suficientemente cerca del suelo, Belazar usó una sucia estratagema e invocó unas garras de sombras del subsuelo que inmovilizaron a Arcan y no pudo bloquear el hechizo de Belazar.
Arcan: Maldito... siempre tienes trucos bajo la manga...

Belazar: Hahaha... y tú siempre caes en ellos. Si los Efhirn no hubiesen interferido ahora mismo estarías siendo devorado por pirañas fantasma. Tiene gracia... las criaturas a las que considerabas inferiores y a las que despreciabas te han salvado la vida... qué ironía. Sin embargo... esta batalla acaba aquí.

El nigromante sacó una daga negra de la túnica y comenzó a invocar a los espíritus de los muertos. Arcan no podía dar crédito a lo que veían sus ojos, era la daga maldita de Adrazzim, un objeto mágico que fue prohibido y destruido por su terrible poder. O eso creían todos.

Belazar: Esa es la cara que quería ver, Arcan. Tus ojos se inundan de la desesperación. Es una hermosa vista antes de morir -Dijo mientras se reía como si estuviese poseído.

Arcan: ¡Idiota! ¡Nos condenarás a todos! Tu también morirás.

Belazar: No... yo solo me adelantaré. La muerte nos espera a todos por igual, magos o efhirn. ¡Este mundo llega a su fin!

Belazar se clavó la daga de Adrazzim y atravesó su corazón maldito. Mientras el frío del acero maldito penetraba en su cuerpo, el nigromante sonreía y miraba como se desvanecían las esperanzas de los guerreros que habían venido a acabar con él. La daga comenzó a derretir la carne de Belazar y devoró su alma, al mismo tiempo que se elevaba hacía el cielo y abría una brecha dimensional en él.

Arcan: Se acabó... lo ha perforado todo... -Dijo mientras agachaba la cabeza.

De la brecha dimensional empezó a brotar una densa oscuridad que se extendía por todo Endalar y se abría paso hacía la superficie con la intención de inundar todo el planeta de tinieblas. Los magos y los Phantom contemplaban impotentes como la oscuridad devoraba el mundo para siempre.

Adramelech: No... ¡este no era el trato! ¿Qué está pasando? -Dijo al despertar de su sueño.

Phina: Es el fin de los tiempos... el hombre al que has estado apoyando acaba de sentenciar este mundo al abismo. Y tu gente también perecerá aquí.

Adramelech: ¡No! Arg, mi cabeza... debemos regresar a Magmoria. Allí estaremos seguros.

Annie: ¿No guardas rencor hacía los magos? Este escenario es en parte culpa tuya.

Adramelech: Los magos nos causaron mucho sufrimiento... pero finalmente habíamos encontrado un lugar donde éramos felices. No entiendo como ese nigromante pudo engañarme de esta forma. ¡Pero aun estamos a tiempo! Regresemos a Magmoria. ¡Mi gente os dará cobijo, lo prometo!

Phina: Es demasiado tarde... si abrimos un portal hacía Magmoria, el planeta será engullido por la oscuridad. La muerte es el único destino que nos espera...

Tommy: Onee-chan, me alegro de haber vivido aventuras contigo y con los demás. Me lo he pasado muy bien a vuestro lado.

Freya: No podemos rendirnos, Tommy, no después de haber llegado tan lejos. Guarda esas últimas palabras para cuando tengas 80 años.

Annie: Freya tiene razón. Debemos encontrar la manera de salir de esta.

Phina: Hah... la estupidez de los efhirn nunca dejará de sorprenderme. ¿Cómo podéis ser tan optimistas en una situación como esta?

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Drew: Me pregunto cómo estarán Annie, Freya y Tommy... está claro que no los volveremos a ver con esta oscuridad.

Bill: Es la primera vez en mi vida que no tengo un plan para solucionar una situación. Heh, es una sensación que jamás pensé que sentiría.

Frain: ¿Y eso, Bill? ¿Te estás poniendo triste?

Bill: En absoluto. Desde el día que entré a los Phantom me acerqué peligrosamente a esa delgada línea que separa la vida y la muerte. Era solo cuestión de tiempo.

Drew: Tu siempre tan racional... en fin... ¿qué hacemos?

Arcan: Salvar el mundo.

Drew: ¿Cómo has dicho?

Todos los Phantom y los magos miraron a Arcan sorprendidos por aquellas palabras.

Arcan: Nunca pensé que llegaría este día, pero ha llegado la hora de usar el último hechizo que me dejó mi padre antes de morir. Ahora entiendo por qué me lo enseñó.

Zigael: No... maestro, ¡no lo haga! ¡Está prohibido!

Arcan: ¿Acaso crees que las normas pueden prevalecer en un mundo envuelto en la más profunda oscuridad? Es hora de que pague por mis pecados de pasado, y especialmente por los pecados de mi padre.

Zigael: No puedes hacer ese hechizo. Ni siquiera sabemos si funcionará.

Arcan: No tenemos alternativa. Zigael, escucha con atención mis palabras.

Zigael: ¡Sí, señor!

Arcan: Te ofrezco mi gran legado, mis esperanzas y las de los habitantes de Endalar ahora recaerán sobre tus hombros. Confío que sabrás llevar esta pesada carga con orgullo y honor, y que sabrás guiar a nuestro pueblo hacía un futuro lleno de prosperidad y alegría.

Zigael: Acepto su legado. No fallaré en la grandiosa tarea que me ha sido encomendada. Tienes mi palabra de honor, archimago.

Arcan: Tengo unas palabras para vosotros también, Efhirn. Quiero pediros disculpas por todo lo que ha sucedido hasta ahora, mis pecados del pasado han destruido la superficie y han acabado con vuestra especie, y lo peor de todo es que yo he hecho caso omiso a este hecho y os he tratado con desprecio y odio, tal y como hacía la inquisición con nuestra gente en el pasado. Quiero compensaros el daño que os he hecho, se que no será suficiente pero espero que algún día podáis perdonarme por mis actos.

Drew: No hay nada que perdonar, Arcan. Magos o Efhirn, seguimos siendo seres humanos. Y una de las cualidades de los humanos es que sabemos perdonar. No te guardamos rencores por lo que hiciste, solo buscabas lo mejor para tu gente, probablemente hubiésemos actuado igual, no hay nada que lamentar.

Bill: Nunca olvidaré todo lo que me has enseñado. Esos conocimientos para mi valen más que cualquier cosa que pudieses darnos. Te estoy agradecido.

Arcan: Gracias, no sabéis lo mucho que significa para mí. ¡Zigael! Esta es mi última orden como archimago: ¡Lleva a los magos hacía un futuro lleno de felicidad!

Tras esas palabras cargadas de esperanzas, Arcan dibujó un círculo mágico en el suelo y empezó a pronunciar un hechizo y Arcan comenzó a alzarse hacía el cielo guiado por un pequeño torrente de luz. "Entrego mi inmortalidad y mis años de vida, para que el tiempo de una segunda oportunidad y bañe de luz y esperanza las vidas de estos seres.

El torrente de luz comenzó a brillar a máxima potencia y desintegro a Arcan, convirtiendolo en una esfera de luz que siguió ascendiendo para detonar en el punto más alto. La explosión disipó todas las tinieblas y oscuridad del mundo, la vida de Arcan iluminaba el nuevo mundo y inundaba los corazones de todos los magos, los Phantom y los Dauroni con esperanzas. Tras unos segundos, toda luz se disipó.

Presidente: La Organización de las Naciones Unidas aprueba por unanimidad la creación de una bandera única que representará al planeta Tierra en las misiones espaciales. Se levanta la sesión.

Drew: ¿Qué demonios ha pasado?

Frain: ¡Es imposible!

Tommy: ¡Yay! ¡Estamos en casa!

Freya: Pero todo fue destruido por los Dauroni, ¿habrá sido un sueño?

Annie: ¿Un sueño? No puede ser, fue demasiado real.

Bill se metió la mano en el bolsillo y sacó su pequeño diario donde había estado anotando todas sus aventuras en Endalar. No había nada escrito desde la última operación de los Phantom. Bill ojeó rápidamente todas las páginas y en la última se encontró con un mensaje firmado por Zigael: "Gracias"

Bill sonrió y le enseñó el mensaje al resto de miembros de los Phantom, que comenzaron a reírse a carcajadas. "¡Vamos a comer Pizza para celebrar!" -Dijo Drew. Los Phantom se levantaron de la mesa y salieron a celebrar su victoria.

Al llegar a casa, Bill se sentó en la silla de su escritorio y escribió unas últimas palabras antes de guardar el diario en un baúl para el resto de la eternidad.

"Ninguno de los habitantes del planeta es consciente de lo cerca que la humanidad ha estado de su extinción. Todos ellos viven felices ajenos al peligro que ha estado a punto de acabar con nuestra historia. El sacrificio del archimago Arcan, ha rebobinado el tiempo y nos ha transportado a nosotros hasta aquí, aunque conservamos los recuerdos de aquellas aventuras.

La magia, esa misteriosa fuerza que aparece en los cuentos de fantasía, tal vez no sea tan imaginaria como creemos. Bajo nuestros pies hay un mundo que usa la magia como motor y no conocen otra forma de vivir. Y encima de nosotros hay un mundo primigenio, donde los dinosaurios han evolucionado y poseen inteligencia.

Magia, tecnología, vida salvaje... tres opciones diferentes de vida pero ninguna de ellas es superior a otra. Los 3 mundos pueden coexistir en paz, sin necesidad de destruirse mutuamente. Es posible que nuestros destinos no vuelvan a cruzarse, pero dejo en este diario para que aquel que lo encuentre tenga muy claro este mensaje:

La magia existe y está mucho más cerca de lo que creemos."

FIN