CAPÍTULO 17: EL ORIGEN DE LA CORRUPCIÓN
A la mañana siguiente, los
Phantom se encontraban descansados tras un largo y reconfortante sueño que se
habían ganado tras largos meses de travesía sin a duras penas un breve
descanso.
Solo había pasado 1 día
desde que llegaron a Magmoria pero para ellos parecía como si llevaran allí
siglos. La edad prehistórica era una etapa que la humanidad ya había superado e
incluso para unos guerreros experimentados como los Phantom, moverse por un
mundo tan antiguo les pasaba factura.
De cualquier manera,
tomaron el desayuno junto a Nezerion y al pequeño Ayphon para recuperar fuerzas
para el largo viaje que estaban preparando. El desayuno, formado por una
especie de galletas con mermelada de frutas estaba, para sorpresa de todos,
realmente delicioso.
La fruta que producía esa
mermelada se obtenía de los árboles de magma que crecían entre los ríos de lava
ardiente y se nutrían de su calor. Estos árboles eran una prueba más de que la
naturaleza supera todas las adversidades y se arraiga a las fuentes del destino
para sobrevivir.
Tommy:
¡Esto está muy bueno Ayphon!
Drew:
Lo reconozco. Es incluso mejor que la mermelada de fresa que tenemos en nuestro
mundo.
Ayphon:
M-Me alegro que os guste -Dijo con timidez que tanto lo caracterizaba.
Freya:
Deberíamos llevarnos algunas de estas frutas a la Tierra, seguro que
triunfarían.
Frain:
¿Y donde las plantarías? No creo que quieras acercarte a un volcán en erupción.
Las risas inundaron la
cueva y eliminaron la tensión del ambiente. Casi parecía como si la guerra
contra los Dauroni no hubiera estallado, ni la humanidad estuviese al borde de
la extinción. A pesar de que todos tenían en mente la gran responsabilidad que
cargaban sobre sus hombros, un poco de humor y risa no les venía mal para
relajarse.
Bill:
Bueno chicos, es hora de que decidamos a donde ir.
Nezerion:
Si me permitís una sugerencia, creo que lo primero que podéis hacer es venir
con nosotros al poblado del bosque. Entre sus habitantes se encuentra uno de
los Dauroni más ancianos de todos y su sabiduría podría seros útil.
Tommy:
¿Más viejo que tu, Nezerion?
Ayphon dejó escapar una
pequeña risa por el comentario de Tommy.
Tommy:
¡Te has reído, Ayphon! -Dijo mientras esbozaba una enorme sonrisa.
Ayphon:
¡No es verdad! -Dijo con un tono algo avergonzado.
Tommy:
Jeje, me alegra que por fin se te haya quitado la timidez. Así podremos
conocernos mejor.
Annie:
Tommy, estate por la labor ¿quieres?
Tommy:
Vaaaaaale -Dijo despreocupadamente.
Bill:
Me parece perfecto. Creo que las respuestas que buscamos se encuentran en este
planeta y quiero confirmar un par de sospechas que tengo con respecto a la
identidad del misterioso ser.
Frain:
¿Quién es?
Bill:
Una de las máximas del sabio es reunir suficiente información antes de dar una
respuesta. Un error alimentado de conocimiento es el primer paso para la
evolución, mientras que un error sustentado en la ignorancia no es más que una
mera idiotez.
Frain:
Allá vamos con los sermones de Bill...
Drew:
Perfecto, coincido con Nezerion. Vamos a preguntar al Dauroni anciano a ver si
puede arrojar algo de luz sobre qué camino debemos seguir.
Nezerion:
El camino hacia el pueblo se encuentra en esta dirección, seguidme por favor.
Tras caminar bosque a
través durante varios minutos, llegaron a una aldea sumida en las tinieblas
cuya única fuente de iluminación eran los rayos de luz que se deslizaban a
través de las aguas del río. Un hilo de luz que atravesaba la aldea y evitaba
que las sombras engulleran totalmente a sus habitantes.
A diferencia de la otra
aldea que estaba formada por cuevas, esta tenía pequeñas cabañas construidas a
partir de las lianas de los árboles, que servían como estructura a la vez que
mantenían las cabañas suspendidas en el aire. Una obra maestra de arquitectura
que demostraba nuevamente que los Dauroni poseían inteligencia.
Un cúmulo de ojos curiosos
observaban entre las sombras a los recién llegados. Seres humanos reales que
pisaban por primera vez Magmoria y que despertaban en sus habitantes vivos
recuerdos del pasado, cuando todavía conservaban su humanidad.
Junto a esos ojos se
encontraba una figura anciana, cuyo rostro era iluminado por la luz del río y
que recibió a los forasteros con un enérgico "Bienvenidos" y una
sonrisa sincera.
Erk'zar:
Hacía milenios que no recibíamos la visita de seres humanos. Mi nombre es Erk'zar,
será un placer invitaros a mi humilde morada mientras mantenemos una
conversación larga y tendida sobre vuestras aventuras. Estoy seguro de que sois
grandes trotamundos y tenéis mucho que contar.
Bill: Agradecemos
tu hospitalidad, Erk'zar. Nos gustaría beneficiarnos de tu sabiduría y
experiencia.
Erk'zar:
Aunque soy ciego, en vuestro espíritu puedo ver la semilla de la duda arraigada
en lo más profundo de vuestro ser. ¿Hay algo que os aflige?
Drew:
Desde que empezó nuestro viaje han pasado muchas cosas, Erk'zar... se hace
difícil avanzar hacia adelante.
Annie:
Los refugiados de la humanidad, personas que estaban a nuestro cargo, han caído
presos bajo el yugo de los Dauroni, puede que a estas alturas ya estén muertos.
Freya:
La impotencia ante el ejército de Adramelech ha pasado factura a nuestra moral,
aunque no hemos perdido la esperanza.
Tommy:
¡Eso, eso! ¡Siempre hay otra oportunidad! -Dijo con júbilo y una sonrisa.
Erk'zar:
¡Hahaha! Me parece que algunos deberían aprender de la inocencia de la juventud,
nada mejor que una sonrisa para ahuyentar los males.
Tommy:
¿Como sabes que estoy sonriendo si tienes una venda en los ojos? ¿Seguro que
eres ciego?
Erk'zar:
Lo soy, joven Tommy. Pero a lo largo de los años he aprendido a escuchar el
cantar de los espíritus y ellos se han convertido en mi guía.
Bill:
Perdona que te haga esta pregunta de repente pero... ¿Podrías contarnos cosas
sobre Adramelech?
Erk'zar:
Imagino que buscáis la respuesta para vencer a Adramelech, pero me temo que yo
no puedo proporcionaros ese conocimiento.
Bill:
¿Le importaría decirnos el por qué?
Erk'zar:
Es cierto que soy viejo, pero no tanto como la tierra sobre la que caminamos.
Ella ha soportado nuestros pies desde tiempos inmemorables, y ella será la que
os dará las respuestas que necesitáis.
Bill:
La tierra... ¿Es posible comunicarse con ella de algún modo?
Erk'zar:
Desde luego. Nezerion, ¿podrías escoltarlos hasta la cueva de la purificación?
Nezerion:
Por supuesto, aunque es posible que la tierra no responda a unos extranjeros.
Erk'zar:
Lo hará, estoy convencido. La madre tierra siempre nos ha ayudado y guiado en
nuestro camino, sin importar nuestro aspecto o nuestros orígenes. Dauroni o
humano son solo etiquetas para hacernos diferentes, pero al final todos regresamos
al mismo lugar.
Ayphon:
¡Yo los guiaré! ¡Seguidme!
Erk'zar:
Que los espíritus estén con vosotros, humanos. Espero que encontréis las
respuestas que buscáis.
Aunque fue una visita algo
breve y apresurada, los Phantom habían conseguido la siguiente pieza que
necesitaban para avanzar y ahora, guiados por el pequeño Ayphon, se aventuraban
en las entrañas de la tierra para encontrar las respuestas que buscaban.
El interior de la cueva no
se parecía en nada al exterior. Las paredes estaban recubiertas de cristales de
varios colores, amarillos, verdes, rojos y azules, que iluminaban todo el
camino y hacían de la cueva un auténtico espectáculo de luz cristalina. Además
el agua que goteaba por las pequeñas grietas hacía crecer un musgo frondoso que
absorbía la humedad y la liberaba a intervalos regulares, haciendo que las
gotas dispersas reflejaran la luz de los cristales en infinitas direcciones.
Sin duda alguna todo lo que
estaba en esa cueva parecía tener vida. El musgo respiraba y los cristales
parecían tener ojos que acompañaban a los Phantom durante su viaje. Tras una
larga hora de recorrido llegaron a la parte más profunda de las entrañas del
planeta.
Cuando llegaron se
encontraron con un lago de agua cristalina, muy diferente al agua roja que
predominaba en la superficie. Los cristales estaban bajo el agua y disparaban
la luz hacía la superficie del lago convirtiéndolo en un lugar aun más precioso
que el resto de la cueva. En el centro se alzaba una especie de monolito, al
cual se podía acceder a través de un camino de piedras flotantes que conducía a
él, pero que no parecían demasiado estables.
Nezerion:
Adelante, nosotros no tenemos asuntos que tratar con la Madre Tierra. Os
esperaremos aquí hasta que terminéis.
Drew:
¿Qué tenemos que hacer?
Nezerion:
Cruzad el camino de piedra y llegar hasta el monolito. A través de él podréis
comunicaros con Magmoria.
Freya: ¡Hagámoslo!
Annie:
Hay algo que no me gusta. Tal vez sea mi imaginación...
Tommy: No te preocupes
onne-chan, si pasará algo inesperado congelaría todo el lago y destruiría la
montaña si fuese necesario. -Dijo con una sonrisa en su rostro.
Drew:
Continuemos esta conversación, pero con Magmoria.
Empezaron a caminar por el
camino de piedras flotantes, que se tambaleaban con cada salto y hacía difícil
mantener el equilibrio. Bill iba detrás de Drew, observando todo lo que le
rodeaba con suma cautela, reflexionando sobre la respuesta al misterio de los
Dauroni.
Se detuvo a contemplar el
agua con mayor detenimiento, mientras sus pupilas absorbían toda la luz de
colores que provenía del fondo, en un intento de estudiar aquel precioso lago
que contrastaba con la superficie.
Se dio cuenta de que luces
de los cristales alternaban los colores siguiendo un patrón establecido.
Primero azul, luego verde, luego amarillo y finalmente rojo. Casi parecía como
si estuvieran transmitiendo un harmónico mensaje a través de la luz.
Tras haber mirando
fijamente al agua durante unos minutos, pudo oír como le susurraba algo al
oído. Pero la voz era muy débil y el mensaje era incomprensible...
Bill decidió seguir
adelante hasta el centro del lago donde le esperaba Drew, que ya había llegado
al monolito. Mientras caminaba volvió a escuchar esa voz, pero esta vez fue
acompañada de breves destellos de luz en sus ojos, siguiendo el mismo patrón
que el de los cristales del lago.
"Azul, verde, amarillo
y rojo... ¿qué significará?" -Dijo Bill mientras veía como las luces
empañaban completamente su visión.
Drew:
¿Bill? ¡Bill! ¿Qué te pasa?
Antes de que Drew o los
demás pudieran agarrar a Bill, este cayó al agua del lago y fue arrastrado
hacia las profundidades. Drew se lanzó al agua sin dudar pero Bill había
desaparecido. "El agua era cristalina... ¿entonces por qué Bill no se veía?"
-Se preguntó Drew mientras buceaba en busca de su compañero.
Annie:
¡Drew, sal del agua! No veo a Bill por ninguna parte desde la superficie.
¿Drew?
Drew había desaparecido
también. Los miembros de los Phantom estaban confundidos, ese lago albergaba un
secreto o un poder extraño, era la única explicación posible. Intentaron
preguntar a Nezerion y Ayphon pero también habían desaparecido. ¿Qué estaba
pasando en ese lugar?
Annie y los demás se
empezaron a sentir mareados de repente y las luces de colores invadieron sus
ojos y su mente, haciendo que se hundieran en las aguas del lago y
desaparecieran sin dejar rastro.
Mientras se hundían
escucharon una voz misteriosa que les hizo una pregunta: "¿Podéis sentir
el origen de la corrupción?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario