CAPÍTULO 15: UN MUNDO OLVIDADO
Surcando un cielo gris,
cubierto de polvo, ceniza y contaminación, y atravesando un gran número de
naves que se abrían camino hacia la Tierra por la fisura que había provocado el
orbe de Adramelech, llegaron sin percances al otro mundo.
Mientras descendían
lentamente, un mundo nuevo se revelaba ante sus ojos. Un mundo aparentemente
salvaje, donde la naturaleza mostraba su fuerza y virulencia en su máximo
esplendor, pero con rastros de civilización, ciudades desde donde los Draktian
estaban siendo evacuados hacía el nuevo mundo.
Salior estaba cansado
por tener que soportar el peso de los 6 miembros de los Phantom así que se
apresuraron a realizar el aterrizaje y dejar descansar a la bestia en algún
lago cercano. El agua en aquel mundo era roja como el color de la sangre
mientras que el cielo era de un verde intenso, como si estuvieran bajo una
aurora boreal perpetua.
Aunque parecía un mundo
similar a la Tierra, distaba mucho del mundo al que estaban acostumbrados, y
los misterios que albergaba aun eran desconocidos para los Phantom. Entre la
maleza se escuchaban sonidos de criaturas, que claramente estaban observando a
los visitantes inesperados que acababan de llegar.
Era la segunda vez que
se adentraban en un mundo nuevo y sin explorar. El mágico Endalar al menos
gozaba de ciertos caminos alumbrados con runas y faros mágicos que comunicaban
las 12 naciones. Pero este mundo salvaje no tenía ni caminos, ni señales,
absolutamente nada.
Drew: ¿Y bien, que hacemos
ahora?
Bill: Propongo un
reconocimiento rápido de la zona. Aquí disponemos de un lago, aunque el agua no
es demasiado apetecible.
Annie: Salior se la está
bebiendo, podemos esperar a ver si le pasa algo o no.
Tommy: ¡Guay! ¡Agua roja! Voy
a analizar sus propiedades.
Frain: Parece que los artefactos
mágicos vuelven a funcionar, la influencia del orbe no llega hasta aquí.
Freya: ¡Excelente! Eso
aumenta nuestra fuerza de combate significativamente.
En grupos de dos
personas se aventuraron a lo desconocido. Salior se quedó en la orilla de lago,
acechante ante cualquier movimiento en las sombras. Tommy y Annie avanzaron
hasta llegar al pie de una montaña escarpada, cuya cima inexpugnable estaba
rodeada de una capa de algo que parecía ser nieve.
Drew y Frain se
perdieron en la inmensidad de la naturaleza. Miraran a donde miraran lo único
que veían eran árboles y una frondosa vegetación y la sensación de que no
estaban solos recorría sus médulas y les provocaban escalofríos con cada paso
que daban. Ruidos, gruñidos, llantos... aquél mundo salvaje amenazaba con
devorarlos con sus fauces y lo único que podían hacer era avanzar hacia
adelante.
Freya y Bill llegaron al
mar. La orilla cubierta con piedras afiladas como navajas en lugar de arena, y
las olas de agua roja que rompían contra las rocas demostraban que no era un
lugar demasiado hospitalario. Caminar por la orilla era imposible, aun con el
resistente calzado militar que llevaba Freya, por lo que se vieron obligados a
regresar nuevamente hacia la espesura.
Tommy: Tengo una idea, súbete
a esa piedra y agárrate fuerte oneechan.
Annie: Un momento. ¿Q-Qué
estás haciendo con eso? ¡NO! -Grito con miedo.
Tommy: ¡A volar!
Tommy detonó uno de sus
frascos con el poder de viento bajo una piedra suelta en el pie de la montaña.
La mezcla no era demasiado potente pero gracias al poder del viento que
albergaba el frasco, salieron disparados por los aires. Tommy se lo estaba pasando
bien y se reía, mientras que Annie no parecía disfrutar demasiado de la
experiencia.
Annie: Tommy, cariño, ¿has
pensado en el aterrizaje?
Tommy: Marchando una segunda
explosión que amortigüe la caída. ¡BOOM!
Annie: ¡¡Lo mato, un día de
estos lo mato!! -Dijo gritando mientras descendían sin control.
A pesar de la
descabellada idea del pequeño, lo cierto es que llegaron a la cima de la
montaña inexpugnable desde donde se podía divisar todo el nuevo mundo.
Annie: Desde luego... menudas
ideas locas tienes, Tommy. Pero lo cierto es que esto nos ayudará a saber dónde
estamos y a donde tenemos que ir a continuación. Aunque...
Lo único que vieron fue
lo mismo que cuando llegaron volando a lomos de Salior. Un mundo virgen sin
explotar, donde la naturaleza se había coronado reina del planeta y no parecía
haber rastros de vida a excepción de pequeños focos desde donde salían las
naves hacía la Tierra. Pero eran cuevas, nada fuera de lo común.
Tommy: Viven en cuevas. A lo
mejor son murciélagos -Dijo riéndose.
Annie: No digas tonterías.
Son Draktian, o Dinsk, o como quiera que se llamen. Pero no parecen soldados,
más bien parecen... ¿civiles?
Tommy: Deberíamos informar de
esto a Drew y a los demás.
Annie: Muy bien pero... ¿cómo
bajamos?
Tommy sonrió pícaramente
mientras se introducía las manos en su chaqueta y sacaba dos frascos.
Annie: ¡Oh, no! ¡Otra vez no!
Drew: ¿Ese grito no ha sido
de Annie? Deberíamos ir a ver.
Frain: Estoy de acuerdo,
aunque parecía más un grito provocado por alguna travesura de Tommy que de un
peligro real. Annie es una francotiradora que no teme a nada, pero las locuras
de Tommy estremecerían a cualquiera.
Drew: Desde luego. Al menos
nos ha servido para saber qué dirección tomar. Creo que llevamos un buen rato
dando vueltas en círculos y parece como si en cualquier momento fuese a salir
una criatura de la maleza a atacarnos.
Frain: ¿Por qué siempre tienes
que llamar al mal tiempo? -Dijo mientras señalaba a una criatura que acababa de
salir de un arbusto.
Drew: No lo sé, lo llevo en
mis genes. En guardia, creo que no está solo.
La criatura parecía una
especie de dinosaurio, pero a diferencia de los Draktian esta no había
evolucionado.
Caminaba a cuatro patas
y sus fauces babeantes con colmillos llenos de sangre advertían de su condición
carnívora. Se movía con mucha astucia, intentando rodear a sus presas. Con ese
instinto tan desarrollado las probabilidades de supervivencia en condiciones
normales eran muy bajas, por no decir nulas.
Lanzó un gruñido al aire
y empezaron a salir otros miembros de la misma especie, que actuaban de forma
similar, pero esperaban las indicaciones del líder de la manada. Por suerte
para Drew y Frain, las armas imbuidas con magia los ponía en clara ventaja
frente a unas criaturas sin inteligencia.
Drew: A mi señal, ataca al
líder y corramos hacía donde creemos que están Tommy y Annie. No me
arriesgaría a perdernos en la espesura con estas criaturas rondando por
aquí.
Frain esperó el momento
adecuado y se abalanzó sobre la criatura cuando esta bajo la guardia por un
instante propinándole una patada ardiente que a su vez cegó a los demás
miembros de la manada.
Empezaron a correr y las
criaturas comenzaron la persecución. Estaba claro que no eran animales
normales, el fuego debería haberlos asustado si así fuera. Tenían que pensar en
algo pronto o acabarían poniendo a Annie y Tommy en peligro.
Drew: Tal vez un sonido
fuerte los ahuyente.
Lanzó ráfagas de
disparos al aire con las pistolas pero no surtió efecto. En su lugar se
enfurecieron más y aceleraron la persecución.
Drew: Vale, eso no ha sido
una buena idea.
Frain: ¿Los derrotamos a
todos?
Drew: ¿Y arriesgarnos a que
vuelvan buscando venganza? No creo que sea lo más sensato.
Mientras corrían por sus
vidas, algo hizo retroceder a las bestias. Drew y Frain ni siquiera se pararon
a mirar atrás para no desaprovechar la oportunidad que les había sido
concedida. Pero si pudieron ver una sombra y escuchar unas fuertes pisadas,
aunque fue algo muy fugaz.
Drew: ¿Crees que hemos
salido de su territorio?
Frain: No, creo que algo ha
debido detenerlos.
Drew: Bueno, el caso es que
nos hemos salvado de una buena. Ahora a ver si encontramos a esos dos.
Frain: No hace falta que
busques más. Mira allí delante.
Annie: ¡Drew! ¡Frain! ¡Qué
alegría veros! Precisamente íbamos a buscaros ahora.
Tommy: Parecéis cansados,
¿habéis echado una carrera? -Dijo riendo inocentemente.
Drew: ¿Una carrera? Claro,
no tenemos mejor cosa que hacer. Hemos estado escapando de unas criaturas que
nos querían como su cena. Deberíamos largarnos de aquí cuanto antes. ¿Habéis
descubierto algo?
Annie: Nada especial. Lo
mismo que vimos cuando llegamos a lomos de Salior. ¿Recuerdas las naves de
evacuación? No transportan guerreros, transportan civiles.
Drew: ¿Civiles? ¿En qué se
diferencia un Draktian guerrero de uno civil si puede saberse?
Annie: Bueno, no lo sé. Pero
no llevaban armaduras, ni parecían tener el mismo aspecto que los que vimos en
la Tierra. Llevaban pieles y parecían menos... amenazantes.
Drew: Mmm... tenemos que
investigar eso más a fondo. No queremos acabar en la boca del lobo. Si vamos a
una de esas zonas y resulta que son guerreros estaremos en desventaja numérica.
Frain: Por cierto... ¿sabéis
algo de Freya y Bill? Se fueron en esa dirección si no recuerdo mal.
Tommy: Espero que no se hayan
perdido... aunque con Freya no hay nada que temer.
Freya: Ya estamos de vuelta
chicos. Hemos escuchado a Annie gritar, ¿está todo bien?
Annie: Sí, descuida. Con este
pequeño es imposible aburrirse.
Bill: ¿Ves? Te dije que
habría sido alguna travesura de Tommy.
Tommy: Pues gracias a esa
travesura ahora sabemos hacia dónde ir. -Dijo mientras hinchaba los mofletes en
señal de enfado.
Drew: Bien, pues no
esperemos más. No quiero encontrarme con esas criaturas otra vez.
Frain: Sigo pensando qué las
ahuyentó. Tenían la ventaja, podían habernos matado...
???: ¿Sois humanos verdad?
¡Lo sabía, no me equivocaba!
Los Phantom se giraron
al oír esa voz misteriosa a su espalda y con una cara de incredulidad
preguntaron al unísono: "¿Quién eres?"
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